Translate

lunes, 10 de septiembre de 2012

Especial 10.- "Nos lo vamos a pasar bien, ya lo verás-me susurra Héctor"


Josh:
-Joder. ¡Voy!-grito.
Camino rápido hacia la puerta y abro sin mirar.
-¿Quién?-pregunto brusco.
-Hola, soy el padre de Anouk, ¿está aquí?
"Mierda...", pienso, tengo los pantalones desabrochados, estoy sin camiseta, perfecto, así es como me va a ver su padre.
-Esto... Sí, está en el baño ahora mismo-miento- ¡Anouk, sal rápido, está aquí tu padre!-grito.
-¿Qué hacíais?-pregunta Enrique, su padre, mirándome de arriba a bajo.
"Jugar al parchís", pienso. Estoy muy cabreado, la verdad, hoy era el día.
-Viendo una película, señor. Hemos comido aquí, la he invitado yo para que no se quedara sola en casa tanto tiempo y...
-Vale, vale, no me cuentes historias.
Veo como Enrique va en busca de Anouk, se dirige a mi habitación sin vacilar, es como si se supiera mi casa de memoria.
-Un momento, Enrique, Anouk me ha dicho que es cinturón negro de karate-digo intentando distraerlo para que a Anouk la de tiempo a vestirse.
-Sí, ¿sabes lo que significa?
Trago saliva.
-Que puedo tumbar a un hombre en menos de dos movimientos.
-Ah... Qué bien.
Ya ha entrado en la habitación, Anouk se estaba poniendo la camiseta, la ha pillado de lleno y se la nota muchísimo el chupetón de ayer...
-Anouk, nos vamos a casa, ¡ya!
-Pero papá...-contesta ella.
-¡Ya!
Enrique sale por la puerta sin mirar atrás y Anouk va detrás mirando al suelo, se gira y me da un beso en la mejilla.

Anouk: 
Me monto en el coche.
-Papá, déjame que te explique. Hemos ido a comer a su casa porque yo no tenía comida hecha ni nada y me ha invitado, eso es todo.
-Ya... Claro... ¿Entonces como explicas eso?-dice mirándome al cuello.
-Fue ayer.
-Y ahora dejas que te marquen, ¿qué significa eso, que eres suya ahora?
-No, papá, te lo estás tomando muy mal.
-Pues me lo voy a tomar todavía peor. A partir de hoy estás castigada hasta para respirar. Móvil fuera, ordenador fuera, Josh fuera. Podrás salir los viernes con Héctor o con tus amigos, con quién quieras menos con Josh. 
-No...-digo bajito.
-¿Cómo que no?
-Que no me puedes prohibir ver a Josh.
-Si que puedo y ahora no vas a salir para nada, mira que bien te ha salido la contestación. De casa al instituto y viceversa.
-¿Hasta cuándo?-pregunto brusca.
-Hasta que a mi me de la gana.
Ya hemos llegado a casa, entro y subo corriendo a mi habitación.
-¿Qué pasa?-pregunta mi madre.
-Que ¿qué pasa?-dice mi padre antes de contarle toda "su" verdad.
Me pongo el pijama y, aunque son casi las cinco de la tarde, me meto en la cama. 
Todavía tengo el móvil así que decido mandarle un mensaje a Josh: "estoy castigada, no voy a tener móvil, mañana nos vemos en el instituto, un beso".
Dejo el móvil en la mesa y me giro para mirar la pared. En ese momento entra mi padre.
-Dame el móvil-dice.
-Está en la mesa-contesto en el mismo tono.
Lo coge y se va. No me preocupa que intente ver lo que esconde la memoria de mi móvil porque tengo contraseña.
Al rato consigo dormirme.

Me despierto a la mañana siguiente, no ha sonado el despertador, "normal", pienso, lo rompí ayer.
"Me he dormido", eso es lo que me viene a la cabeza. Voy a ver el reloj de la cocina, son las 8, llego tarde. Me visto corriendo y llamo a Josh desde el teléfono de mi casa.
-¿Sí?
-Josh, me he dormido, ¿dónde estás?
-En mi casa todavía, ¿voy a por ti con la moto?
-Porfi, porfi.
-Vale pequeña, en cinco minutos estoy allí.
-Gracias, Josh.
Cuelgo y me visto rápidamente, cojo lo primero que veo en el armario, me hago un moño, preparo la mochila y salgo de casa pitando. Ahí me está esperando Josh con su casco azul puesto y el casco rosa en la mano. Me lo da, me lo pongo y monto en la moto con él.
Llegamos antes de que toque el timbre.
-¿Qué tal ayer?-pregunta Josh.
-Puf... Estoy castigada incluso para respirar según mi padre-respondo.
-Madre mía... ¿No vas a poder salir?
-No lo creo... A ver si para el fin de semana se le ha pasado el enfado, es que encima no hicimos nada...
-Por desgracia-contesta Josh.
Esa contestación me provoca una risilla.
-¿Qué?-pregunta Josh mirándome como si no supiera nada.
-"Por desgracia"-le hago burla.
-Pues sí, me dejaste... 
-En fin, dejemoslo-le corto.
"Riiing", el timbre acaba de sonar.
-Que se te haga corto fea-dice.
Me da un beso.
-Igualmente horroroso-contesto sonriendo.
Los dos pasamos a clase, me siento con las chicas y cuento lo que ha pasado.
-Anouk...-dice Andrea-ayer me llamó Héctor, hemos salido un par de día y... Bueno, preguntó por ti, yo le dije que estarías en tu casa y él contestó que ya había ido.
-Sí... Él me llamó-digo.
-Quizá fue él el que llamó a tu padre y le dijo que estarías en casa de Josh...-continua Marta.
-No puede ser así... Éramos amigos.
Las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos, me va a hacer la vida imposible, lo se.
Cuando entra el profesor todo está en silencio.

Ya es la hora, todos vamos a casa, no he salido fuera en el recreo porque no quería encontrarme con Héctor, y ahora, por desgracia está aquí, justo delante mío. Busco a Josh por todas partes, no está, no ha salido todavía, no quiero pasar delante de Héctor. Me quedo en la puerta, esperando que Josh aparezca.
-Hola, Anouk-dice Héctor acercándose.
-Ey.
Viene fumando, nunca antes había probado el tabaco.
-¿Ahora fumas? Genial.
Me echa el humo en la cara.
-¿Algún problema?-pregunta.
-Ni uno, ya puedes irte.
-Claro, pero contigo.
-Que gracia me haces... No iría contigo a ninguna parte.
-Pues entonces a tu padre le hará gracia saber que su niñita le ha desobedecido.
-Héctor... Déjame en paz, por favor.
-Yo no puedo hacer eso... Le he prometido a tus padres que te vigilaría y yo cumplo las promesas.
Se acerca y me toca el cuello, sigo teniendo el chupetón.
-No, no, no... Esto no me hace ninguna gracia.
Se acerca cada vez más a mi y yo no se qué hacer, no es el Héctor que yo conocía, alzo la vista en busca de Josh pero no aparece por ninguna parte.
-Héctor, déjame ya.
-Vamos, preciosa, dame un besito-dice pasando su mano por dentro de mi camiseta.
Le doy un rodillazo en la entrepierna que solo empeora la situación, no se por qué esta vez no ha funcionado.
-No has debido hacer eso... Ahora vas a venir a mi casa y vas a tener que hacer tus tareas de novia conmigo.
-Ni loca-contesto.
Le doy un bofetón.
-Has salido peleona, ¿eh?
Me coge las manos con fuerza, no puedo moverlas, le doy patadas como puedo pero no es suficiente. 
-¡Josh!-grito.
Me da un bofetón en la cara.
-Como vuelvas a gritar...-lo deja ahí-ahora me vas a acompañar a casa sin hacer ruido.
-No...-digo llorando.
-Ya lo creo que sí-saca una navaja.
-¿Por qué me haces esto?
-Porque tú te has portado mal conmigo, nunca debiste empezar con Josh, preciosa.
Vamos caminando deprisa, miro por todas partes en busca de Josh, en busca de alguien que pueda ayudarme.
-Josh-susurro.
No tengo móvil, no puedo hacer nada. Giro la cabeza en busca de algo esperanzador pero no encuentro nada... No encuentro a nadie, no encuentro a Josh.
-Nos lo vamos a pasar bien, ya lo verás-me susurra Héctor.