Translate

jueves, 23 de agosto de 2012

Capítulo 2.- "La nieve"


-Uff que frío hace fuera princesa-dice Josh entrando con el pajarito a casa-menos mal que me has avisado, si no el pobre no sobreviviría a esta noche...
Le miro orgullosa, es perfecto, pienso, claro que lo es. Ha salido fuera de casa para coger un pajarito asustado. Que mono. Ahora está tiritando por eso y no puedes permitirlo.
-Ven aquí-le digo con una sonrisa.
Después de dejar el pajarito en una pequeña jaula con comida va hacia mi despacio y me abraza.
-Estás helado-digo.
-Bueno... ya no-afirma con una sonrisita.
Después de reiros, hablar y,por supuesto, besaros digo:
-No me puedo creer que me hayas regalado este magnífico fin de semana contigo aquí.
-No me puedo creer yo que esté aquí contigo-dice, después besa mi mano suavemente.
-¿Sabes que te quiero?
-Si. Pero tú no sabes una cosa que yo sí se y que va a pasar esta semana-dice riéndose.
-¿Qué va a pasar?-pregunto curiosa.
-Ya lo verás princesa.
Después de la cena, nos sentamos a ver una película.
-¿Cuál quieres ver, Anouk?-dice.
-Me da igual, solo quiero estar abrazada a ti, Josh, ¿no lo entiendes?-digo sonrojada.
Él va al dvd y pone una película, no consigo leer el título pero da igual, se sienta a tu lado y pone el brazo sobre mis hombros, atrayéndome hacia su pecho, le miro, me mira, no necesitamos nada más.
Empieza la película y al minuto reconozco cual es: mi película favorita, "El diario de Noah".
Le beso, ese beso dura 10 minutos.
-Yo también te quiero-dice-y me has dejado sin aire...
-Perdona-digo jugando con mi dedo en su pecho.
El me da otro beso.
-No pasa nada, si muero quiero que sea ahogado en tus labios.
No digo nada, pero por como le miro sabe perfectamente que congelaría ese momento, viviría en ese segundo siempre con él. Yo se que él lo haría.
A medida que pasa la película me voy quedando dormida, él se da cuenta y me besa suavemente.
-Vamos a la cama, Anouk, mañana te espera un gran día.
Me lleva en volandas a la cama, porque aunque no estoy dormida del todo, teme que me haga daño.
Ya en la cama me doy cuenta de lo que dijo antes.
-Espera, ¿por qué me espera un gran día, Josh?
Él no contesta y me enfado, me acerco a él y veo que se ha quedado dormido, le besuqueo toda la cara para despertarle pero debía tener mucho sueño porque solo oigo su respiración.
Al día siguiente me despierta con un profundo beso.
Josh me ha traído el desayuno a la cama, chocolate recién hecho y tostadas, también hay nubes y una preciosa rosa roja.
-Buenos días princesa.
-Buenos días caballero.
Se ríe.
-Tengo un regalo para ti-dice.
-Muchas gracias cariño, pero ¿por qué?
-No te puedo decir nada, lo único que tienes que hacer es abrir el armario. Ahora tengo que ir a por leña, ¿vale? Ten cuidado.
-No te vayas... Había mucha leña ayer, no la gastamos.
-Tengo que ir...-dice besándome.
No me puedo resistir y le dejo ir.
-No tardes, amor.
-Claro que no, te quiero-dice.
Termino el desayuno, estaba buenísimo. Voy al armario y veo una caja rosa en la que pone: "Ábreme princesa".
Lo hago y veo una nota: "No creerías que ibas a encontrar tan fácilmente el regalo, ¿no?". Sonrío y sigo leyendo. "Lo que tienes que buscar está en tu corazón".
-¿Mi corazón?...
No se qué quiere decir, hasta que caigo en la cajita de música que me regaló en nuestro aniversario, es una cajita pequeña con forma de corazón que llevo a todas partes. La cajita estaba en la cómoda, la abro y veo otra nota: "Baja pequeña", ponía.
Acepto la orden sin rechistar porque estoy muy impaciente.
Bajo las escaleras a saltitos esperando la próxima indicación, pero en lugar de otro papel, encuentro a Josh, esperándome.
-No pensarías que me iba a ir sin ti, ¿no?-dice.
-¿Que pasa Joshi?-digo riéndome.
-Ven aquí mi amor.
Me acerco esperando el mejor regalo de todos, no hace falta que sea material, puede ser un beso de los suyos o un abrazo.
Me da un beso suave, cogiéndome de la cintura, entonces me suelta y se arrodilla.
Dios mío, ¿qué está haciendo?
-Te amo-dice- e-eres mi su-sueño.
Pobrecito, está tartamudeando, está muy nervioso, aunque yo también, me tiemblan las piernas.
Él abre una caja de terciopelo azul.
-¿Qu-quieres...? Lo siento, puedo hacerlo mejor.
-¿Quieres casarte conmigo?-digo con un impulso que recorre todo mi cuerpo.
Él se sorprende, se levanta rápido y dice:
-Quiero estar contigo siempre, eres perfecta-me susurra al oído poniéndome el anillo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario