Josh:
He tenido que quedarme un cuarto de hora más para terminar mi examen de matemáticas.
Salgo corriendo, no quiero hacerla esperar más. Voy con una sonrisa en la cara, me ha salido genial el examen.
Ya estoy en la puerta, no hay nadie.
-Anouk...-la llamo.
"Se habrá ido al ver que tardaba", pienso.
Me monto en la moto y voy a su casa, llamo al timbre un par de veces pero no me abre nadie... Ya se donde está, sonrío, seguro que está en mi casa esperándome.
Vuelvo a subir a la moto y me pongo en marcha. Llego, tampoco está...
-Joder, Anouk... ¿Dónde te has metido?-pregunto al aire.
Decido ir al instituto, igual estaba en la cafetería... Al llegar no veo a nadie, han cerrado ya las puertas, me siento en frente de la entrada a ver si aparece, después de estar ahí lo que me parece una eternidad me levanto, me pongo el casco y me subo a la moto. Antes de arrancar veo algo brillante en el suelo, voy a cogerlo, es... La esclava de plata de Anouk, sin duda, fue un regalo de su abuela.
-¡JODER!-grito.
Se me ocurre ir a buscarla a casa de Héctor, me estoy poniendo muy nervioso.
-Por favor...-digo mirando al cielo.
Me monto en la moto y voy lo más rápido que puedo, aunque no está lejos.
Anouk:
-Nos lo vamos a pasar bien, ya lo verás-me susurra Héctor.
-Héctor, por favor, déjame, prometo no contar nada a nadie.
-Es que cuando acabe no querrás contar nada tampoco, te va a dar vergüenza preciosa... Hoy vamos a hacer muchas cosas.
-Héctor...-digo llorando, no me salen más palabras.
-Me encanta cuando dices mi nombre...
Me besa en el cuello.
-Piensa en tu madre-digo.
-Puf... No, prefiero pensar en ti.
-Voy a contar todo.
-Te repito que no vas a querer-dice-¡Mira! Ya hemos llegado.
Abre la puerta y me mete de un empujón. Mientras cierra con llave subo corriendo las escaleras y me meto en el baño, intento cerrar el pestillo pero es demasiado tarde... Acaba de cogerme otra vez.
-Vaya... ¿No quieres estar conmigo? ¿Es eso?
-No... Es que... Tenía que hacer... Ya sabes-digo con el tono más convincente que puedo.
-Ah... Bueno, si quieres, puedo esperarte.
-Vale-intento sonreír.
Cierro la puerta.
-Como escuche el pestillo te vas a arrepentir, Anouk.
-Vale...
Abro con cuidado la ventana del baño e intento salir por ahí, no puedo, no entro.
-¿Ya?-pregunta Héctor.
-No... Un momento-contesto llorando.
Entra.
-¿Qué te pasa?
No le miro.
-Ah... Conque esas tenemos...
Oigo una moto fuera de la casa.
-¡JOSH!-grito.
La mano de Héctor me cruza la cara.
-Cállate de una vez-dice brusco.
Me pongo a llorar.
-Quieres hacerlo difícil, ya veo...-vuelve a hablar.
-Déjame, Héctor.
-No, no, no, todavía no.
Me agarra fuerte del brazo, me hace daño.
Ahora estamos en su habitación.
-Venga cariño, empieza a desnudarte-dice.
-No.
Se acerca y me levanta la mano, antes de que pueda volver a golpearme le doy un rodillazo en la entrepierna, acto seguido hago lo que me enseñó mi padre, doy un golpe seco con mis manos en sus oídos, una patada cuando está en el suelo y bajo corriendo.
Estoy en la puerta, no puedo abrirla, busco la llave pero no la encuentro, decido llamar a la policía. Cojo el teléfono y marco el número.
"..."
Un hombre descuelga el teléfono.
-Por favor, Héctor Fernandez Nuñez me tiene en su casa, necesito que vengan, no puedo salir, por favor-empiezo a llorar.
-Tranquila, dime el nombre de la calle.
Se lo digo.
-Por favor, dense prisa.
-En cinco minutos estamos ahí.
Oigo como Héctor baja.
-Por favor, ya viene-grito.
Viene hacia mi corriendo, voy a la cocina, me pongo detrás de la mesa.
-Ven aquí, Anouk.
-Va a venir la policía-digo.
-Peor para ti, te van a ver haciendo tu trabajo, puta.
Oigo el timbre.
-Por favor-grito.
Se está acercando, doy un rodeo a la mesa y resbalo con un líquido que hay en el suelo, intento ponerme en pie rápido pero cuando me quiero dar cuenta ya le tengo encima.
Josh:
Estoy enfrente de la puerta de Héctor, he llamado al timbre pero nadie ha abierto.
-Por favor-se oye desde la casa.
-Anouk-grito.
Intento abrir la puerta, es imposible. Oigo un ruido.
-Anouk, estoy aquí, por favor, ¡CONTÉSTAME!
-Josh-oigo.
Intento tirar la puerta a patadas, no puedo.
-Anouk, no puedo abrir.
Empiezo a llorar.
-Josh, va a venir la policía-escucho.
Vuelvo a oír otro ruido.
-Héctor, como la hagas algo te mataré, lo juro.
Doy una vuelta a la casa buscando alguna ventana abierta, solo encuentro una muy pequeña en la segunda planta.
Vuelvo a la puerta.
-Anouk, ¿me oyes?
-Sí-contesta.
-Grita, Anouk, grita todo lo que puedas.
La oigo gritar tan fuerte que me duele. Las lágrimas no paran de caer por mis mejillas.
Veo un coche de policía acercarse y le hago señas para que pare, se bajan y escuchan gritar a Anouk.
-Por favor, tienen que hacer algo-digo-Anouk, ya están aquí-grito.
La policía tira la puerta y paso detrás de ellos, la veo en el suelo tirada, Héctor está encima.
-Te mato, hijo de puta-grito.
Voy hacia él pero un policía me sujeta.
-Te mato-vuelvo a gritar.
Cogen a Héctor y lo esposan, consigo despegarme del policía e ir hacia Anouk.
-Anouk-digo abrazándola.
-Josh...
Tiene muchos golpes, la beso, la siento, está conmigo.
-Vamos chicos, vamos al hospital-dice una policía.
Cuando salimos veo una ambulancia, no me había dado cuenta de que estaba ahí. A ella la ponen en una camilla y yo voy a su lado.
-Anouk... ¿Te ha hecho algo?-pregunto mirando al suelo.
-No... Pero me duele la cabeza.
La acaricio, tiene una brecha en la frente.
-No pasa nada, eso se cura princesa.
-Josh... Has venido.
Veo como una sonrisa se dibuja levemente en su rostro.
-Claro que sí, siempre te encontraré.
Acabamos de llegar al hospital, veo se la llevan en la camilla, yo me quedo en la sala de espera.
Ha pasado una hora y no han dicho nada todavía. Veo a su padre, acaba de entrar en la sala.
-¿Qué ha pasado?-pregunta.
Empiezo a llorar.
-Héctor es el malo, no yo, ¿entiende? ¡Yo no lo soy!-grito.
-Vale, chico. Lo siento... ¿Está bien?
-No lo se, estaba bien pero se la han llevado, tenía una brecha en la cabeza y...
Vuelvo a llorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario