Aquí está el capítulo 25 :)
No puedo acabar la frase, la cara de Josh... No tiene expresión, se ha quedado mirando la caja que contiene el test de embarazo, está sin abrir todavía.
-Josh...-me acerco hacia la cama.
Veo como sigue mirándolo, creo que intenta hacer algo con la mirada, no deja de darle vueltas a la caja y tiene los ojos clavados en ella.
-Josh, tengo un retraso.
Me mira y vuelve a mirar la caja, la deja rápido en la mesilla, la coge de nuevo.
-Bueno, Josh, voy al salón, cuando reacciones estoy allí.
Voy al salón y me siento en el sofá.
Se lo ha tomado mal, en realidad no se lo ha tomado de ninguna manera, sigue asimilándolo. De vez en cuando miro a la habitación, sigue en la misma posición, mirando la caja sin abrir. No entiendo por qué está así, todavía no sabe si estoy embarazada o no...
-Anouk-dice desde la habitación.
-Dime, Josh.
Me levanto y voy hacia él.
-¿Qué hora es?-pregunta.
-Pues...-miro el reloj-las siete y media, ¿por?
Se ha pasado en la habitación dos horas...
-No... Por nada.
Me acerco a la cama.
-¿Cuántos días se te ha retrasado?-dice.
-Pues-hago cuentas en la cabeza-una semana más o menos.
-¿Notas algo?
-¿Algo de qué?
-No lo se... Si te notas rara.
-Vamos a ver, Josh... Voy a explicarte la situación, cariño.
-Vale, mejor.
-Yo tengo un retraso, puede ser por muchas cosas, como estrés, o lo que sea. Entre esas cosas si puede que esté embarazada pero no hay nada seguro, ¿entiendes?
-Pero nosotros siempre hemos usado...
-Lo se, por eso no hay nada seguro.
-¿Y si lo estás?
-Pues entonces habrá que decidir si lo tenemos o no.
-¿Le querrías tener?
-No entraba en mis planes, la verdad, pero es nuestro hijo. Hay que pensarlo mucho.
-¿Cómo te imaginas tu vida sin... un hijo?-pregunta.
-Pues... Ya sabes que este años quería ir a la universidad... Quiero ser escritora.
-¿Y con un bebe?
-Pues renunciaría a todo eso.
-No puedes renunciar a lo que te gusta-dice-yo dejaría mi carrera y así tú podrías hacer todo eso.
-¿Qué? ¿Estamos tontos? Eso es imposible, esa idea quítatela de la cabeza.
-Pero...
Pongo mi dedo en sus labios.
-Pero nada. Hay que afrontar lo que venga, si no viene nada pues seguimos igual. Si viene pues... Habrá que acostumbrarse.
-Te quiero-dice.
-Y yo a ti-le beso.
-Pero si viene bebé... No me vas a querer igual.
-Tú eres tonto, el amor no se gasta Josh... Es obvio que pasaría a un primer plano pero tú eres tú. Eres Josh, mi vida.
Me besa.
-¿Quieres ir a cenar?-pregunta.
-¿Dónde?
-Donde quieras, hay que celebrar lo que venga.
-Vale, ¿quieres que primero me haga el test?
-No-responde seco-mañana.
Me coge la mano y se la acerca a los labios, me besa suavemente.
Se echa en la cama y me invita a hacer lo mismo, me tumbo a su lado mirando al techo. Él pone su cabeza en mi barriga y la acaricia.
-Pequeño, si estás ahí de verdad quiero que sepas que te vamos a querer mucho-dice bajito a la barriga.
Le acaricio el pelo y se me encharcan los ojos. "Un hijo", pienso.
Tengo 19 años, somos jóvenes para tenerlo pero... Me veo siendo madre. "Madre", esa palabra resuena en mi cabeza. Creo que me queda grande.
Ya nos hemos duchado, Josh está vestido y a mi me faltan los zapatos negros que he elegido, llevaré un vestido negro que deja ver un hombro, un bolso del mismo color y un brazalete con piedrecitas.
Salgo del baño y voy al salón, allí me espera Josh. Cuando me ve, se levanta y va hacia mi.
-Guau-exclama-estás... Madre mía.
-Gracias-contesto sonriendo-luego esto es para ti-digo andando hacia la puerta a la vez que me subo el vestido, dejando ver un tanga rojo.
-Joder, esto... Estoy pensando que mejor no vamos, ¿no?
-Es que me apetecía mucho...
Me acerco a él y empiezo a darle besitos por el cuello. Acerco mi mano a su entrepierna.
-Porfi, Josh...-le susurro en el oído.
-Anouk, si quieres ir a cenar, apártate-dice echándose hacia atrás.
-Vaya Josh... Quizá deberíamos esperar un poco antes de salir-añado mirándole donde tenía la mano.
-Ha sido culpa tuya, así que deja de mirarme, me pones nervioso.
-¿Te pongo hielo?
-¿Estás loca? Hoy te has levantado graciosa, te lo noto.
Eso me hace reír, siempre se lo decía a mis amigos.
A los cinco minutos salimos de ahí. Nos espera el coche de Josh en la entrada, monto y nos ponemos en marcha.
Por el camino voy pensando en lo que puede cambiar mi vida de aquí a dentro de nueve meses.
"Madre", otra vez la palabra, "¿sería una buena madre?", me pregunto.
Mi padre siempre ha dicho que se necesita un carnet para todo menos para ser padre, que cualquiera puede serlo y tiene toda la razón. Soy una niña y puede que tenga que crecer en menos de un año a una velocidad que no me corresponde.
"Siempre puedo abortar", pienso. "Pero es mi hijo".
-Anouk... ¿Qué te pasa? Has estado todo el camino callada.
Ya hemos llegado.
-No, no me pasa nada-digo poniendo la mejor sonrisa que me sale.
Me coge la mano y entramos en el restaurante, es muy lujoso, creo que demasiado para el vestuario que traigo.
-Qué vergüenza-digo bajito a Josh-esto es demasiado...
-Es lo que te mereces princesa-contesta.
Nada más ver a Josh, un hombre de mediana edad nos indica una mesa alejada, al lado de una ventana. Es ahí donde tenemos que ir.
Nos paramos en frente de la mesa y Josh coge una silla, la desplaza fuera de la mesa y me ofrece el asiento. Una vez sentada, él me acompaña.
Pedimos la especialidad de chef, no recuerdo el nombre del plato.
-Josh... Si resulta que estoy embarazada... Voy a engordar mucho.
-¿Y qué?
-Pues que no voy a ser como ahora.
-¿Qué me quieres decir con eso?
-Que no te voy a gustar-digo finalmente.
-¡¿Que no qué?! Mira Anouk... Yo creo que no acabas de entender una cosa... Tú, eres tú y me gustas tú. Te quiero a ti por como eres. Contigo me siento mejor, tú me vas a gustar de cualquier manera porque estoy enamorado de ti, ¿vale?
-No se que decir...
-Pues no digas nada.
Un impulso hace que me levante de la silla y vaya hacia Josh haciendo que todos se giren para mirarnos. Hago que se levante y le rodeo el cuello con mis brazos, él pone sus manos en mi cintura y yo le beso. En ese momento nadie habla, un foco nos alumbra solo a nosotros, los demás están a oscuras y han puesto una canción lenta que suena como... Me resulta muy familiar.
Ahora lo recuerdo, es una de las canciones de la banda sonora de Los Juegos del Hambre, me encanta.
-Sie.
En ese momento la canción acaba y una serie de tímidos aplausos se hacen oír.
Me sonrojo y me vuelvo a sentar.
Terminamos de cenar y cada uno se pide un postre distinto: Josh un helado de chocolate y nata y yo trufas de chocolate, me encantan.
Volvemos al hotel, pasamos por la puerta, Josh cierra despacio y luego se abalanza sobre mi, me besa por todas partes y antes de que pueda darme cuenta me ha quitado el vestido, los zapatos y hasta el brazalete. Solo me quedan el tanga rojo y el sujetador a juego. Le quito yo la camisa, desabrochandole los botones de una sola pasada. Le bajo los pantalones hasta el suelo y salto encima de él. Me coge y me apoya contra la pared. Me quita el sujetador y empieza a tocar mis pechos delicadamente. Yo le bajo los calzoncillos como puedo y él termina de desnudarme bajando rápidamente la única parte de ropa que cubría mi cuerpo. Nos besamos, empieza a sudar. Le beso el cuello a la vez que subo y bajo. Josh se gira y caemos en el sofá. Un gemido ahogado se oye en la habitación. Pongo mis manos sobre su pecho para que nos sea más fácil. Él me coge y nos sentamos, yo estoy encima suyo. Entonces empieza a moverse muy rápido. Solo se oye el ritmo de nuestra respiración. Josh acaba con un suspiro muy fuerte, ha sido mejor que nunca.
Me da un beso en los labios.
-Sie-digo.
-Sie-contesta.
Vamos a la cama me abraza y deja caer su mano sobre mi vientre, haciéndome cosquillas con los dedos. A los pocos segundos nos quedamos dormidos.
"Anouk...", oigo.