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sábado, 8 de septiembre de 2012

Especial 8.- "Eres un gusano, imbécil"


Héctor empieza a mover los labios, quiere meter su lengua en mi boca de una forma asquerosa. Le aparto de un empujón, su cara recibe un puñetazo de mi brazo derecho y mi rodilla se clava en su entrepierna de una forma muy dolorosa.
-Eres un gilipollas.
-Anouk...-dice desde el suelo.
Veo como Héctor se tapa la zona que más le ha dolido, está tirado en el césped. Yo le miro con desprecio y entro sin vacilar en casa. Cierro la puerta con cuidado para no alarmar a mis padres.
-Hola, ya estoy aquí.
-Hola cariño-responden al unísono.
Camino hacia ellos, les doy un beso y voy directa a mi habitación.
-¿No cenas?-pregunta mi padre desde el salón.
-No tengo hambre-contesto.
Cierro la puerta y me pongo música, eso es lo único que puede salvarme ahora. 
Pienso en llamar a Josh ahora y contárselo todo pero eso solo empeoraría las cosas... Él ahora no necesita peleas ni nada por el estilo.
Me pongo a dibujar, es lo que mejor se me da después de la escritura. "Ojalá llegue a ser pintora o escritora", pienso.
Apago la música, abro la cama y me meto a dormir.

"Pi-pi-pi-pi pi-pi-pi-pi", suena el despertador. Lo cojo y con un increíble giro de muñeca lo estampo contra la pared. Sin duda sigo de mal humor. 
Me levanto enfurruñada. "Cualquiera que me vea...", pienso, eso hace que una sonrisa se abra paso por mi cara. Abro la ventana y voy al baño, me lavo la cara y me miro en el espejo.
-Josh...-digo.
Veo un chupetón enorme en el cuello.
-Ay madre... Como lo vean mis padres-digo.
"Menos mal que ahora estoy sola", pienso.
-Sí, pues no puedo ir así al instituto-me digo en voz alta.
Decido ponerme unos shorts vaqueros, una camiseta roja de tirantes y el primer pañuelo que veo que me pega.
Salgo de casa sin desayunar porque llego tarde, Josh me está esperando en la puerta sin la moto. 
-Buenos días princesa, ya creí que no vendrías.
-Hola, estoy enfadada contigo-digo seria.
-¿Por qué? ¿Qué he hecho?
Vamos andando hacia el instituto.
-¿Que qué has hecho?-me quito el pañuelo-¡MIRA! Esto es lo que has hecho.
Dejo ver el chupetón que me cubre medio cuello.
-¡Dios! Lo siento... No pensé...-se ríe a carcajadas.
-Sí, tú ríete, a mi no me hace ninguna gracia.
-Lo siento...-sigue riéndose.
-Ven aquí, ¡ya!-digo señalando la baldosa que hay enfrente de mi.
-¿Qué pasa?-se acerca.
-Acércate un poquito más, Joshi...-pongo morritos.
Se acerca y le beso, bajo besándole hasta el cuello, es entonces cuando mi venganza empieza. Comienzo a besarle en el mismo sitio, enredo mis dedos en su pelo atrayéndole más hacia mi boca. Empiezo a absorber esa parte de cuello que Josh ha dejado expuesta a mis labios. Me aparto y le miro a los ojos.
-¿Y eso?-dice él con una sonrisa.
Se ve que no se ha dado cuenta de lo que he hecho, le giro la cara para ver mejor mi obra maestra, es más grande que el mío.
-Bueno, me ha apetecido.
Decido no contarle lo que he hecho.
Pasamos al instituto y, después de un beso de despedida, entramos cada uno a su clase.
Me siento con Andrea, nos contamos lo que hicimos en el puente y demás. 
-Dejadme en paz pijas de mierda.
Oímos decir eso a Marta, es una de la guays del instituto, me hablaba poco con ella.
El grupo de pijas la estaban insultando y decido meterme.
-¿Qué pasa? Seguro que no tenéis vida propia y os tenéis que meter con los demás. ¿Os creéis importantes? Bueno... Sí que tenéis importancia, la misma que una babosa muerta.
Esa última frase se la dedico a Suzanne. 
-¿Y tú quién te crees que eres?-dice Ana, la original, las demás son sus clones.
-Anouk Orozco, encantada. Ahora si no tenéis nada más que decir... 
Voy a mi asiento, toda la clase me mira, incluido Héctor, que me hace un gesto con la mano y vocaliza "te has pasado". Yo le respondo con la presentación de mi dedo corazón.
Acaba de empezar el recreo, Josh me espera en la puerta de clase y los dos vamos a la cafetería.
-¿Qué quieres?-pregunta Josh.
-Emm... Un bocadillo de tortilla y un Sprite. Es que hoy no he desayunado...
-Mentirosa-dice antes de darme un beso-!me has desayunado a mi¡-exclama señalándose el cuello.
-Pero eso no cuenta-contesto riéndome.
Me pide lo que quiero y él se coge lo mismo además de una bolsa de gominolas.
Vamos a las escaleras y nos ponemos a hablar.
Al rato veo aparecer a Marta.
-Esto... Muchas gracias por defenderme antes, Anouk.
Veo que Josh me mira.
-¿Defenderte?-la pregunta.
-S-Si, bu-bueno ella m-me ha defen-defendido de las p-pijas-tartamudea.
"Es Josh...", pienso.
-Vaya... Y no me ha dicho nada...-la contesta mirándome.
-No pasa nada, Marta, si quieres ponte en clase con Andrea y conmigo.
-Claro-dice sonriendo-muchas gracias otra vez.
Veo como se aleja tímidamente.
-Así que... Te metes en líos cuando no estoy, ¿es eso?
-No me he metido en ningún lío, simplemente he visto que no era justo lo que hacían las niñas con Marta y me he metido.
-Sí, muy bien, muy bien. La próxima vez que vayas a hacer algo así piensa en las consecuencias. Podrían haberte pegado o algo-esto último lo dice algo alterado.
-¡Anda, anda! Que pegar ni pegar, yo soy más fuerte que nadie-digo intentando sacar un músculo del brazo que no tengo.
-¡Qué tonta eres!-dice riéndose.
-Ya, pero me quieres-afirmo.
-Bueno... Eso no lo dudes.
"Riiiiiing", suena el timbre que indica la entrada a clases otra vez.
-No quiero pasar...-digo.
-Vamos, no seas vaga.
-Es que me toca filosofía y es un...
En ese momento veo pasar a Juan, el profesor de filosofía.
-Que no Josh, voy a pasar a filosofía, no me líes que no te voy a hacer caso-digo.
Josh se ríe, al igual que el profesor. 
Entro a clase y me siento en medio de Marta y Andrea, que están hablando.
-Supongo que ya os conocéis-digo.
-Desde hace cinco minutos-contesta Andrea.
Estoy haciendo dibujos en el cuadernos cuando un objeto aterriza en mi mesa. Me giro y veo a Héctor.
-Ábrela-dice casi para sus adentros.
Es una nota en la que pone "Sabes que me quieres, no te hagas la dura. Por cierto me debes una disculpa".
Tiro la nota, decido no hacerle caso.
Al rato me llega otra. "Como no me hagas caso le diré a Josh que me besaste".
Decido responder: "Eres un gusano imbécil, ojalá no te hubiera conocido nunca".
Mi nota también obtiene contestación: "Es que sabes que me quieres, eso es lo que te asusta... Pero si le dejas y vienes conmigo prometo no decir lo que pasó ayer".
Decido no contestarle más, se está volviendo loco.
Al terminar las clases salgo a la puerta, ahí me espera Josh, con su perfecta sonrisa.
Le doy un beso.
-¿Vamos?-pregunta.
-Claro.
Me coge la mano y vamos andando.
-¿Qué tal el día?-digo.
-Aburrido, ¿y tu clase de filosofía?
Eso me hace recordar lo que ha pasado con Héctor. "¿Se lo digo?"
-Puf...-lo dejo ahí.
-¿Ha pasado algo?
-La verdad es que sí... Es Héctor.
-¿Qué pasa con él?
Vacilo un poco.
-¡Eh, Josh!
Oigo que alguien lo llama y veo una persona corriendo hacia nosotros.
-¡Espera, Josh!

jueves, 6 de septiembre de 2012

Capítulo 25.- "Madre..."


Aquí está el capítulo 25 :)


No puedo acabar la frase, la cara de Josh... No tiene expresión, se ha quedado mirando la caja que contiene el test de embarazo, está sin abrir todavía.
-Josh...-me acerco hacia la cama.
Veo como sigue mirándolo, creo que intenta hacer algo con la mirada, no deja de darle vueltas a la caja y tiene los ojos clavados en ella.
-Josh, tengo un retraso.
Me mira y vuelve a mirar la caja, la deja rápido en la mesilla, la coge de nuevo.
-Bueno, Josh, voy al salón, cuando reacciones estoy allí.
Voy al salón y me siento en el sofá.
Se lo ha tomado mal, en realidad no se lo ha tomado de ninguna manera, sigue asimilándolo. De vez en cuando miro a la habitación, sigue en la misma posición, mirando la caja sin abrir. No entiendo por qué está así, todavía no sabe si estoy embarazada o no...
-Anouk-dice desde la habitación.
-Dime, Josh.
Me levanto y voy hacia él.
-¿Qué hora es?-pregunta.
-Pues...-miro el reloj-las siete y media, ¿por?
Se ha pasado en la habitación dos horas...
-No... Por nada.
Me acerco a la cama.
-¿Cuántos días se te ha retrasado?-dice.
-Pues-hago cuentas en la cabeza-una semana más o menos.
-¿Notas algo?
-¿Algo de qué?
-No lo se... Si te notas rara.
-Vamos a ver, Josh... Voy a explicarte la situación, cariño.
-Vale, mejor.
-Yo tengo un retraso, puede ser por muchas cosas, como estrés, o lo que sea. Entre esas cosas si puede que esté embarazada pero no hay nada seguro, ¿entiendes?
-Pero nosotros siempre hemos usado...
-Lo se, por eso no hay nada seguro.
-¿Y si lo estás?
-Pues entonces habrá que decidir si lo tenemos o no.
-¿Le querrías tener?
-No entraba en mis planes, la verdad, pero es nuestro hijo. Hay que pensarlo mucho.
-¿Cómo te imaginas tu vida sin... un hijo?-pregunta.
-Pues... Ya sabes que este años quería ir a la universidad... Quiero ser escritora.
-¿Y con un bebe?
-Pues renunciaría a todo eso.
-No puedes renunciar a lo que te gusta-dice-yo dejaría mi carrera y así tú podrías hacer todo eso.
-¿Qué? ¿Estamos tontos? Eso es imposible, esa idea quítatela de la cabeza.
-Pero...
Pongo mi dedo en sus labios.
-Pero nada. Hay que afrontar lo que venga, si no viene nada pues seguimos igual. Si viene pues... Habrá que acostumbrarse.
-Te quiero-dice.
-Y yo a ti-le beso.
-Pero si viene bebé... No me vas a querer igual.
-Tú eres tonto, el amor no se gasta Josh... Es obvio que pasaría a un primer plano pero tú eres tú. Eres Josh, mi vida.
Me besa.
-¿Quieres ir a cenar?-pregunta.
-¿Dónde?
-Donde quieras, hay que celebrar lo que venga.
-Vale, ¿quieres que primero me haga el test?
-No-responde seco-mañana.
Me coge la mano y se la acerca a los labios, me besa suavemente. 
Se echa en la cama y me invita a hacer lo mismo, me tumbo a su lado mirando al techo. Él pone su cabeza en mi barriga y la acaricia.
-Pequeño, si estás ahí de verdad quiero que sepas que te vamos a querer mucho-dice bajito a la barriga.
Le acaricio el pelo y se me encharcan los ojos. "Un hijo", pienso.
Tengo 19 años, somos jóvenes para tenerlo pero... Me veo siendo madre. "Madre", esa palabra resuena en mi cabeza. Creo que me queda grande.



Ya nos hemos duchado, Josh está vestido y a mi me faltan los zapatos negros que he elegido, llevaré un vestido negro que deja ver un hombro, un bolso del mismo color y un brazalete con piedrecitas.
Salgo del baño y voy al salón, allí me espera Josh. Cuando me ve, se levanta y va hacia mi. 
-Guau-exclama-estás... Madre mía.
-Gracias-contesto sonriendo-luego esto es para ti-digo andando hacia la puerta a la vez que me subo el vestido, dejando ver un tanga rojo.
-Joder, esto... Estoy pensando que mejor no vamos, ¿no?
-Es que me apetecía mucho...
Me acerco a él y empiezo a darle besitos por el cuello. Acerco mi mano a su entrepierna.
-Porfi, Josh...-le susurro en el oído.
-Anouk, si quieres ir a cenar, apártate-dice echándose hacia atrás.
-Vaya Josh... Quizá deberíamos esperar un poco antes de salir-añado mirándole donde tenía la mano.
-Ha sido culpa tuya, así que deja de mirarme, me pones nervioso.
-¿Te pongo hielo?
-¿Estás loca? Hoy te has levantado graciosa, te lo noto.
Eso me hace reír, siempre se lo decía a mis amigos.
A los cinco minutos salimos de ahí. Nos espera el coche de Josh en la entrada, monto y nos ponemos en marcha.
Por el camino voy pensando en lo que puede cambiar mi vida de aquí a dentro de nueve meses.
"Madre", otra vez la palabra, "¿sería una buena madre?", me pregunto.
Mi padre siempre ha dicho que se necesita un carnet para todo menos para ser padre, que cualquiera puede serlo y tiene toda la razón. Soy una niña y puede que tenga que crecer en menos de un año a una velocidad que no me corresponde.
"Siempre puedo abortar", pienso. "Pero es mi hijo".
-Anouk... ¿Qué te pasa? Has estado todo el camino callada.
Ya hemos llegado.
-No, no me pasa nada-digo poniendo la mejor sonrisa que me sale.
Me coge la mano y entramos en el restaurante, es muy lujoso, creo que demasiado para el vestuario que traigo.
-Qué vergüenza-digo bajito a Josh-esto es demasiado...
-Es lo que te mereces princesa-contesta.
Nada más ver a Josh, un hombre de mediana edad nos indica una mesa alejada, al lado de una ventana. Es ahí donde tenemos que ir.
Nos paramos en frente de la mesa y Josh coge una silla, la desplaza fuera de la mesa y me ofrece el asiento. Una vez sentada, él me acompaña.
Pedimos la especialidad de chef, no recuerdo el nombre del plato.
-Josh... Si resulta que estoy embarazada... Voy a engordar mucho.
-¿Y qué?
-Pues que no voy a ser como ahora.
-¿Qué me quieres decir con eso?
-Que no te voy a gustar-digo finalmente.
-¡¿Que no qué?! Mira Anouk... Yo creo que no acabas de entender una cosa... Tú, eres tú y me gustas tú. Te quiero a ti por como eres. Contigo me siento mejor, tú me vas a gustar de cualquier manera porque estoy enamorado de ti, ¿vale?
-No se que decir...
-Pues no digas nada.
Un impulso hace que me levante de la silla y vaya hacia Josh haciendo que todos se giren para mirarnos. Hago que se levante y le rodeo el cuello con mis brazos, él pone sus manos en mi cintura y yo le beso. En ese momento nadie habla, un foco nos alumbra solo a nosotros, los demás están a oscuras y han puesto una canción lenta que suena como... Me resulta muy familiar.
Ahora lo recuerdo, es una de las canciones de la banda sonora de Los Juegos del Hambre, me encanta.
Josh me devuelve al mundo real con otro beso. Me levanta y da vueltas despacio, se para en seco y me baja al suelo, antes de poder tocarlo me acerca a su cara, me besa y susurra:
-Sie.
En ese momento la canción acaba y una serie de tímidos aplausos se hacen oír.
Me sonrojo y me vuelvo a sentar.
Terminamos de cenar y cada uno se pide un postre distinto: Josh un helado de chocolate y nata y yo trufas de chocolate, me encantan.
Volvemos al hotel, pasamos por la puerta, Josh cierra despacio y luego se abalanza sobre mi, me besa por todas partes y antes de que pueda darme cuenta me ha quitado el vestido, los zapatos y hasta el brazalete. Solo me quedan el tanga rojo y el sujetador a juego. Le quito yo la camisa, desabrochandole los botones de una sola pasada. Le bajo los pantalones hasta el suelo y salto encima de él. Me coge y me apoya contra la pared. Me quita el sujetador y empieza a tocar mis pechos delicadamente. Yo le bajo los calzoncillos como puedo y él termina de desnudarme bajando rápidamente la única parte de ropa que cubría mi cuerpo. Nos besamos, empieza a sudar. Le beso el cuello a la vez que subo y bajo. Josh se gira y caemos en el sofá. Un gemido ahogado se oye en la habitación. Pongo mis manos sobre su pecho para que nos sea más fácil. Él me coge y nos sentamos, yo estoy encima suyo. Entonces empieza a moverse muy rápido. Solo se oye el ritmo de nuestra respiración. Josh acaba con un suspiro muy fuerte, ha sido mejor que nunca.
Me da un beso en los labios.
-Sie-digo.
-Sie-contesta.



Vamos a la cama me abraza y deja caer su mano sobre mi vientre, haciéndome cosquillas con los dedos. A los pocos segundos nos quedamos dormidos.



"Anouk...", oigo.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Especial 7.- "En ese momento es cuando noto sus labios pegados a los míos..."


-¿Has sido tú?-pregunto a voces.

-He sido yo, ¿qué?
-¿Tú le has hecho algo al caballo?
-¿Qué dices? A mi me lo ha contado mi madre, Anouk... Por lo visto se lo han dicho tus padres.
-No te creo, ¿qué has hecho?
-Mira adiós.
-Héctor, no cuelgues. ¿No has hecho nada?
-¿Qué voy a hacer? Es que... Joder, siempre desconfiando-suelta una risita camuflada.
-¿De qué te ríes?
-De nada... El lunes te veo en clase, ¿no?
-Claro...
-¿Te espero?
-Es que... Voy con Josh... Ya sabes.
-Ya, sí, claro. Me tengo que ir, adiós.
-Hasta el lunes-contesto.
Cuelga.
Recojo lo que queda del plato y voy al salón, mis padres ya están dormidos, miro el reloj, no es tarde. Los dejo ahí, se ponen de mal humor cuando los despierto.
Voy a mi habitación, pongo "You belong with me" de Taylor Swift y me vuelvo loca: empiezo a bailar delante del espejo de mi habitación, recreo una escena con Josh, me río yo sola. Estoy feliz. Cuando acabo de hacer el tonto estoy cansada, me tumbo en la cama y al segundo me quedo dormida.



Despierto sobre las once de la mañana, voy a lavarme la cara y tengo los ojos hinchados. "Qué raro", pienso. Cuando termino de refrescarme lo recuerdo... He soñado con Josh, era el día de ayer, todo igual menos una cosa: el final. Acabó diferente: Josh paralizado en las rocas y yo no pude hacer nada. Una lágrima moja mi mejilla, me limpio.
Voy a desayunar yogur con cereales, como siempre. Mis padres ya se han ido a trabajar y decido dejarles la comida preparada, hago sopa y libritos, a mi padre le encantan. Lo dejo en la nevera y pongo una nota "SORPRESA la comida está aquí".



Voy al supermercado, está un poco lejos, a veinte minutos andando. Compro la tableta de chocolate para Josh, al recordarlo una sonrisa aparece en mi cara. También voy a la tienda de mis padres, es una tienda de chucherías, allí compro (cojo) una bolsa llena de chucherías para Josh.



Vuelvo a casa, me pongo a comer y luego voy a ducharme, después me visto: una camiseta blanca de flores, unos vaqueros que adorno con un cinturón a juego con mi bolso y unas sandalias con tacón de cuña.

Meto todo en el bolso y salgo pintando, llego tarde. Voy corriendo como puedo por los tacones, al llegar a su casa le veo en la puerta.
-Te has retrasado-dice-me estaba preocupando.
-Lo siento...-respondo mirando al suelo.
Me besa.
-Vamos a casa, estoy solo-pone una cara pícara.
-¿Qué me quieres decir con eso?
-Ah... No, nada.
Pasamos a casa.
-Te he traído una cosa-digo.
Saco las chucherías y el chocolate. Josh pone una cara de felicidad que me hace explotar en una carcajada.
Me coge la barbilla con una mano y me mira a los ojos.
-Bueno... Yo también he traído la tableta-dice.
Sonrío. Deja libre mi barbilla y me da un beso, coge mi mano izquierda y la mete por dentro de su camiseta. Palpo sus abdominales, paso suavemente la mano de arriba a bajo. Él, apartando sus manos de la mía, me coge de la cintura y me acerca hacia su cuerpo. Me besa suavemente mientras rastrea mi culo con sus manos, yo las mías las pongo en su espalda y con mis uñas consigo que la piel se le ponga de gallina.
-¿Tienes frío?-le susurro.
-No-contesta con la misma intensidad.
Vamos despacio hacia su habitación, besándonos. Me tumba suavemente en la cama y se quita la camiseta. Se pone encima mío, me toca el pelo con ternura y empieza a subirme la camiseta.
"Anouk, ¿qué haces?", me digo.
Él ya me ha quitado la camiseta y me ha desabrochado el pantalón.
-Para, para, para-digo.
-¿Por qué? ¿No quieres?
-No es eso...
Él sigue, va hacia el sujetador.
-No, Josh, para... Hoy no.
-Como quieras-dice sonriendo.
Me quita despacio un mechón de la cara y me da un beso, se tumba a mi lado, abre su brazo y yo pongo mi cabeza sobre este.
-Josh, yo... Es que nunca...
-Lo suponía. Todavía no estás preparada, ¿no?
-Sí... Soy una cagona...
-Que va, a partir de ahora no te voy a decir nada más sobre esto, no voy a intentar nada... Serás tú la que deba dar el primer paso...
"¿Qué?, ¿yo el primer paso? ¡Nunca!", pienso.
-Vale...-digo.
Se acerca y me besa suave y lentamente, baja al cuello y me hace cosquillas con la lengua. Se acerca a mi oído y susurra:
-Has tardado diez días en enamorarte de mi-después de decirlo me muerde la oreja.
Giro la cabeza para mirarle, le beso.
-¿Te cuento un secreto?-pregunto.
Asiente.
-No tardé ni uno.
Al decir eso una sonrisa aparece en su rostro, coge mi cara entre sus manos y no hace nada más, nos quedamos los dos cerca, mirándonos.
-Te quiero-dice bajito.
Le doy un beso en la punta de la nariz.
Me acurruca en su pecho, me encanta, me siento protegida. Le abrazo fuerte y pongo mi pierna encima suyo, casi estoy totalmente encima de él pero no dice nada.
-Quiero ver un dibujo tuyo-dice.
-¡Nunca!-contesto riéndome-me da vergüenza...
-No seas tonta... Seguro que tú has visto mis películas.
-Alguna que otra, pero no es lo mismo, punto y final.
-Pero...
-He dicho punto y final-le corto.
-Vale...
Nos quedamos en la cama un buen rato, hablando y demás. Miro el reloj y son las nueve de la noche, como mañana hay instituto tendría que estar ya de camino a casa.
-Me voy, ¿vale? Se me ha hecho tarde-digo.
Me levanto y me pongo la ropa que me había quitado antes.
-Vale, te acompaño.
-No, ni se te ocurra, te quedas aquí, necesitas reposo, ¿recuerdas?
-Vale... Dame un beso.
Se lo doy.
-Otro-continúa.
Obedezco.
-Otro-se acerca y me lo da él.
-Otro-digo yo.
Accede.
-Otro-sigue.
-Ya-contesto-a este paso no me voy nunca-digo riéndome.
-Como debería ser...
-Qué tonto eres...
Viene a abrirme la puerta y miles de besos me encuentran.
-Llámame cuando llegues, Anouk.
-Vale.
Le vuelvo a besar.
Salgo de su casa y voy pensando en él, como no. "Tendría que haberlo hecho", me digo, "si es que soy tonta", "ahora me arrepiento, normal, tendría que haber aprovechado".
De repente tropiezo con alguien.
-Oh, perdona-digo-no te había... ¡Héctor! ¿Qué haces aquí?
-Nada... Solo paseaba-dice frotándose el hombro.
-¿Te he hecho daño? Perdona...-digo-déjame ver.
Le subo la manga y él hace un gesto de dolor. Se quita la camiseta.
-Es que sino me duele...-dice.
-Yo no te veo nada... Seguro que ha sido más el golpe que otra cosa...-contesto sonriendo.
-Seguro... ¿Quieres que te acompañe a casa?
-Claro, si quieres-sonrío.
Intento llevar esto con la mayor naturalidad posible...
Vamos caminando.
-Bueno... ¿Qué tal está Josh?-pregunta.
-Bien, mucho mejor, creo que mañana irá al instituto.
Veo como una leve sonrisa se dibuja en su rostro.
-¿Qué pasa?-pregunto.
-Lo siento... Pero me encantaría ver como se le ha quedado la cara...
-Héctor...
-He dicho que lo siento-sonríe-¿y tú con él...?
-Bien, muy bien, la verdad. ¿A ti te gusta alguna chica?
-Bueno... Hay una chica de clase que no está mal-dice-la nueva, Andrea se llama, fue a tu cumpleaños.
-¿Quieres que hable con ella?
-Paso.
Ya hemos llegado a casa.
-Bueno Héctor, gracias por acompañarme, entro ya, ¿vale? Mañana nos vemos.
-Sí, no hay de qué, hasta mañana.
Voy a pasar a casa cuando noto que me coge del brazo y me lleva hacia él.
-¿Qué pasa?-digo.
En ese momento es cuando noto sus labios pegados a los míos...