Translate

viernes, 31 de agosto de 2012

Capítulo 5.- "Venecia"


Estamos Josh y yo en su casa, en el sillón viendo la película "The tourist", nos encanta esa película porque fue la primera que vimos en el cine estando juntos. Vemos la escena en Venecia y digo:


-Me encantaría un viaje a Venecia contigo.
-¿Qué te parece si vamos ahí para la luna de miel?-te mira y sonríe.
Él ya me había dicho que quería casarse conmigo, yo también quiero pero llevamos dos años y soy muy joven aún para casarme.
-Me parece estupendo-digo mientras cojo palomitas del cuenco que tiene él sobre sus piernas.
Está en pijama, me encanta cuando está así, le veo muy sexy.
Ya se ha acabado la película y se me ha hecho tarde.
-Me tengo que ir-le digo triste y estirándome-se pasa muy rápido el tiempo cuando estoy contigo.
-No te vayas-dice poniendo una vocecita que me recuerda a un niño pequeño-quédate a dormir conmigo.
-Tengo que llamar a mi madre, ojalá me deje.
-¿Quieres quedarte aquí?
-Claro que quiero, me quedaría en cualquier sitio si fuera contigo, ya lo sabes.
-Pues entonces no hace falta que llames a tu madre.
-¿Por qué? ¿Qué has hecho?
-La he llamado yo antes de que llegaras, quería que este día no se acabara hasta que no te viera dormir-dice sonrojándose.
Le beso.
-¿Y eso? ¿Por qué motivo me obsequias con ese magnífico regalo?
-¿Qué pasa, no puedo besar a mi chico?
En ese momento él me acaricia la cara, yo pongo mi mano sobre la suya, entrelazamos los dedos. Es un momento muy romántico, solo alumbra la habitación una suave luz en una mesita de la esquina. Nadie habla, solo nos miramos, nos lo estamos diciendo todo sin una palabra.
Siento su otra mano en mi cuello, pongo mi otra mano en su espalda y cierro los ojos.
Me dejo llevar hacia él, me atrae hacia su cuerpo. Es entonces cuando con un dulce beso siento que me hace suya, solo él ha conseguido eso, que deje de pensar en qué pasará mañana y me centre en lo que pasa ahora.
El beso sigue, mientras, él ha bajado sus manos a mi cadera y yo rodeo su cuello con las mías.
Estamos así un buen rato, juntos, sin decir nada, simplemente estamos juntos, besándonos.
Se me acaba el aire, nunca me había pasado, es tanto lo que siento cuando estamos cerca que se me olvida respirar. Tengo que parar para coger aire.
-¿Qué te pasa, estás mal?
-No, no, Josh, es al revés, me dejas sin respiración.
Él me da otro beso.
-Pues entonces perdóname por lo que viene ahora.
Nada más terminar la frase un Josh apasionado me besa, me toca, me acaricia.
No se cómo hemos llegado a su habitación, no puedo contenerme.
Me tumba suavemente en su cama y se pone encima, nos besamos como nunca.
Le quito la camiseta. Él también a mi.
Nos besamos, poco a poco le desabrocho el pantalón, él me ayuda, se lo quita.
Noto su mano caliente por dentro de mi pantalón, seguimos besándonos.
Cuando vuelvo a ser consciente de lo que pasa ya estamos en ropa interior. Él me hace perder la cabeza.
-Eres increíble-susurra.
No puedo contestarle, me limito a seguir jugando.
Mis manos recorren su cuerpo.
"Clic", el sonido del sujetador. Ahí es cuando pierdo totalmente el sentido.
Escucho su respiración acelerada, noto los pálpitos rítmicos de su corazón.
"Bum bum" "Bum bum bum" "Bum bum".
Ya está, estoy sintiéndolo por todas partes, por todas. Me encanta.
Escucho un rugido ahogado viniendo de él, eso es bueno.
No para, estamos perfectamente compenetrados. Somos perfectos el uno para el otro. Cada parte de su cuerpo se adhiere perfectamente al mío.
Ya, se acabó, se ha tumbado a mi lado, los dos desnudos, él me acurruca en su pecho.
-¿Cómo estás?-pregunto sin aliento.
No dice nada, solo me pone su mano derecha en la cara, tiene los dedos muy fríos. Esa reacción la tiene cuando está acelerado por algo bueno.
Me besa, me abraza.
-Voy a ducharme, tengo que estar perfecto para ti-dice sonrojado-¿quieres acompañarme?
Sobran las palabras. Ya estaba de pie prácticamente cuando me lo ha preguntado.
Veo la luz de la luna a través de la pequeña ventana abierta del baño.
Nos metemos a la ducha, quiero sentirlo todo.
Noto el agua caliente posándose en mi piel, le veo a él completamente mojado. Me encanta.
Me besa.
-Se parece a un beso bajo la lluvia, ¿no?-sonríe.
Le beso.
-No, es mucho mejor.
Mientras sigue cayendo el agua, él pone su brazo contra la pared, dejando un pequeño rincón para mi.
Me besa.
Acaba la ducha, él me da la única toalla que hay en el baño.
-Un momento, ahora te traigo algo de ropa, no quiero que te constipes.
Me besa y se va.
No tarda nada en llegar, trae una camiseta suya y unas braguitas rosas que me dejé en su casa el otro día.
-Me encantan-dice mirándolas.
Sonrío avergonzada, le miro, tiene la toalla enrollada sobre la parte inferior de su cuerpo, se le está cayendo, así que meto las manos y se la aprieto mejor.
-Si quieres me la quito-dice sonriendo.
Le beso y me sonrojo otra vez, me da mucha vergüenza hablar en este momento.
-Voy a ir metiéndome en la cama, ¿vale?- estoy muerta.
-Vale mi amor, no tardo.
A los dos minutos aparece con un pijama que le regalé yo, es rojo y pone J en un hombro y H en otro en negro, solo que ahora la parte de arriba no la tiene puesta.
-Me encanta-digo mirándole.
-A mi me encantas tú.
Se tumba, le doy un besito en la mejilla digo:
-Te quiero, eres perfecto.
-No, lo realmente perfecto es que estés aquí conmigo-dice.
Me besa y se me queda mirando.
Bostezo, estoy realmente cansada, "normal" pienso.
-Duérmete pequeña-dice y acto seguido me da un besito de buenas noches.
-Te quiero-contesto.
-Yo te quiero más-replica abrazándome fuerte.
Despierto a la mañana siguiente, él está dormido todavía, y me quedo mirándole mientras duerme, solo con eso eres feliz.
Al rato se despierta, al ver que le estoy mirando sonríe.
-Buenos días-dice estirándose.
Me da un beso.
-Buenos días cariño-contesto.
Llama mi madre al móvil. Hablamos poco tiempo.
-¿Qué hora es?-la pregunto.
-La una y media-contesta ella.
-Vale, voy, un beso te quiero.
Cuelgo.
-Tengo que ir a comer-digo poniendo morritos-nos hemos quedado dormidos.
Me da un beso y me visto.
-¿Te recojo esta tarde?-pregunta.
-Claro que si-contesto riéndome-A las seis te espero, no te retrases, ¿eh?
-Si ya te he hecho de menos, ¿como me iba a retrasar un solo minuto?
Le beso.
-Espera, te llevo-dice levantándose.
-No hace falta, Josh, así me da el aire un rato, no está tan lejos mi casa.
-Pero déjame...
-No y punto, come mucho y ven a las seis, ¿entendido?
-Entendido.
Me abre la puerta y me despide con un beso.
-Cuidado, llámame cuando llegues porfi.
-Claro-le digo.
Llego a mi casa a los 20 minutos, durante ese trayecto he estado hablando con Josh, me ha llamado, según él, si hablaba durante el camino conmigo no se preocupaba.
-Ya estoy aquí-digo en alto.
Comemos mi madre y yo, hoy mi padre trabaja.
Hablamos durante la comida, pregunto qué hizo ayer, qué hará hoy, esas cosas. Pero pienso todo el rato en que todavía son las 15:10h y quedan casi tres horas para volver a ver a Josh.
Después de comer recojo la cocina y me siento en el salón a ver la tele con mi madre.
A las 17:00h empiezo a prepararme para estar lista a la hora. Suena el teléfono.
-Cógelo mamá, por favor, me estoy vistiendo-digo desde mi habitación.
Escucho poco: "Si, si claro, la va a encantar", "te quiere mucho, ¿sabes?". Sin duda está hablando con Josh.
17:55h "Din don".
-Ya voy yo mamá.
Abro la puerta y ahí está. Le abrazo y me le como a besos.
-Tengo una cosa para ti-dice riéndose.
Me da un sobre, no tiene nada escrito.
Lo abro y veo dos billetes de avión a... VENECIA.
Me echo encima suyo, le beso por todas partes, le abrazo.
-Muchas gracias, Josh-le digo, otro beso.
-Bueno ahora... ¿Puedo acompañarte al viaje?
Le miro seria.
-No-se ha quedado pálido-no preguntes, estás obligado a venir conmigo.
Me coge y damos vueltas.
-Entonces prepara las maletas, el avión sale en tres horas.
Le beso y voy corriendo a la habitación, como no se cuantos días estaremos meto todo lo que tengo en el armario en dos maletas. Eso me lleva una hora. Llevo plancha del pelo, maquillaje. No falta nada.
Voy con las dos maletas, pesan mucho, pero no lo noto porque ahora mismo estoy muy ilusionada.
-Vamos-le digo riéndome.
Esas maletas abultan más que yo y Josh se ríe al ver esa imagen.
-Déjame que te ayude pequeña-coge las maletas y sin esfuerzo las pone en el coche.
Le beso.
Voy a ver a mi madre y la doy las gracias.
-Te quiero-dice.
-Te adoro-contesto.
Ya hemos llegado al aeropuerto.
Dejo las maletas donde me indican y subimos al avión.
Sentados cojo su mano.
-Sabes que te quiero-digo-no por el viaje, tampoco por tus regalos, sino por ti. Eres perfecto y el primer día que te vi lo supe, dije este chico tiene que ser para mi, yo tengo que ser suya.
-Soy tuyo-responde-yo el primer día que te vi no pensé eso.
-¿No?-pregunto-¿qué pensaste?
-Pensé en el que yo creía que tendría la suerte de estar contigo y me puse celoso, no quería pensar que tuvieras novio.
-No lo tenía, tonto.
-Esa fue mi suerte-dice sonriendo.
Le doy otro beso, se los gana a pulso.
No decimos nada más durante el trayecto, solo nos miramos y sonreímos.
Ya hemos llegado a la habitación del hotel, es de noche y estamos algo cansados.
Todo es muy lujoso: lámparas de araña, cortinas a juego con la colcha de cuero, televisión de pantalla plana, minibar. Eso es lo que me da tiempo a mirar. Después de eso Josh atrae mi mirada, está tumbado boca arriba en la cama, voy hacia él, por supuesto que voy. Mientras me acerco él me mira y sonríe, coge la camiseta y hace un gesto, ese gesto lleva inscrito "¿Me la quito?"
-Por supuesto-digo riéndome.
"Otra noche así y moriré", me digo.
A la mañana siguiente me encuentro una bandeja con fresas con chocolate, un zumo de naranja y una foto en la que salimos Josh y yo besándonos.
-Josh, ¿donde estás?
-En el baño, un momento.
Sale, no ha tardado ni un minuto, se estaba duchando porque, aunque estaba vestido, su pelo chorreaba. Se tumba a mi lado, coge una fresa y me la acerca a la boca, la muerdo y noto que me ha manchado de chocolate, antes de poder coger una servilleta, Josh se acerca y con un largo beso me quita la mancha.
-Te quiero-dice.
-Yo te quiero más.
-Eso se puede discutir-replica-cariño, no quiero meterte prisa pero el coche va a llegar en una hora-.
Me besa.
-No me da tiempo, no me da tiempo.
Me levantas corriendo a prepararme.
-¿Qué me pongo?-le pregunto, histérica.
-Si me dejas elegir... El vestido rojo, el que me vuelve loco, ¿sabes cual digo?-dice riéndose.
-Vale, vale, perfecto. No tardo.
Voy a ducharme, no tardo ni quince minutos, salgo del baño sin toalla. Con las prisas se me ha olvidado.
-Madre mía,Anouk, ¿es una indirecta?-dice sonrojado.
-Perdón, perdón, perdón-vuelvo al baño, cogiendo el vestido y la ropa interior.
Salgo.
Josh se me queda mirando alucinado, llevo el pelo rizado suelto, el vestido, quedan los zapatos. Me pongo unas sandalias blancas.
-Estás preciosa-dice.
-Tú tampoco estás mal-bromeo.
Me besa, quedan diez minutos para que venga el coche. Es el tiempo que pasamos besándonos.
El coche nos lleva a la plaza de San Marcos, por la que paseamos, nos hacéis fotos.
Soy feliz.
-¿Te gusta?-pregunta.
-Sí, es precioso, pero...
-¿Qué pasa? Si quieres vamos a otro sitio.
-Calla y bésame.
Obedece, en mitad de la plaza nos damos un larguísimo beso, suave y despacio, para disfrutarlo.
El tiempo se para, solo importamos nosotros.
Solo me importa él.
Se separa y grita:
-¡Ti amo!.
En ese momento me quedo mirándole, sonrío y suspiro con una palabra entre medias.
-Ídem-digo bajito.
Se ha pasado el día, ha pasado volando, ya es de noche.
-Vístete, cariño-dice Josh.
-¿Dónde vamos?
-Es una sorpresa.
Me preparo, esta vez más tranquila ya que no hay límite de hora.
Me pones un vestido azul que me queda genial, con unos zapatos negros.
-Impresionante.
-Tonto-digo sonrojándome.
Me coge la mano, me da un beso, me abre la puerta y hace una reverencia. Es todo un caballero.

Vamos por la calle y veo una góndola iluminada con velas, hay pétalos rojos de rosa.
-Sube mi niña-dice ayudándome a entrar.
-Pero... si no hay nadie más.
-Quería que estuviéramos solos-dice.
Miro atrás y veo un hombre guardándose dinero en el bolsillo, "seguro que era el dueño", pienso.
Sube, rema un poco y para en medio del agua, se tarda mucho en llegar a la orilla desde donde estamos.
Se sienta a mi lado, te besa.
-Que luna tan bonita-digo.
Le beso.
-Si.
Me besa.
-Me encanta.
Le beso.
-Y a mi.
Me besa.
-Te quiero.
Le beso.
-Y yo-me besa-quiero que me quieras siempre.
-Siempre.
Le beso.
-Siempre-dice.
Nos fundimos en un beso, el mejor beso del mundo.
Para un momento y dice.
-Quiero que este beso sea eterno, te quiero.
Me vuelve a besar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario