Anouk:
Estoy en una camilla, me han dado doce puntos en la frente, tengo moratones por todas partes, me duele cada parte de mi cuerpo.
Llaman a la puerta, "que no sea él", me digo asustada. Veo que aparecen mis padres.
-Hola hija-dicen a la vez-¿qué tal estás?
-Bien...-digo enfadada.
-Queremos decirte que lo sentimos, Anouk-dice mi padre.
-Ya, lo suponía.
Es normal que esté enfadada, ellos han sido los que me han llevado directa a Héctor y su locura.
-Entendemos que estés enfadada y...
-No es el enfado simplemente-corto a mi madre que estaba hablando-gracias a vosotros ahora podría estar mucho peor, si Josh no hubiera aparecido, la policía seguiría buscando la casa y yo...-se me llenan los ojos de lágrimas-¿qué queréis que os diga?
-...
-¿Qué os perdono? Estáis perdonados.
-Anouk, quiero que sepas que he pedido perdón a Josh también-dice mi padre.
-Genial, es un avance.
Se acercan para abrazarme.
-Ah...-digo, me han hecho daño.
Oigo como vuelven a llamar a la puerta, automáticamente me pongo alerta esperando ver a Héctor, me asusta la idea.
Josh asoma la cabeza por la puerta y un suspiro de alivio se abre paso por mis labios.
Miro a mi padre y le hago saber que tiene que irse, debe dejarme sola con Josh, eso es lo que tenemos mi padre y yo: con una sola mirada podemos averiguar lo que siente el otro, lo que quiere decir.
-Vamos-le dice a mi madre.
Josh deja salir a mis padres y cierra la puerta, se queda ahí, de pie, esperando algo.
-Acércate, por favor-le pido.
Él viene sin decir nada, se sienta a mi lado y me coge la mano.
-Siento haber salido tarde de clase...-dice mirando al suelo.
-Shh.
Alargo la mano para acariciarle la mejilla.
-Yo... Te imaginaba, me puse en lo peor y... Puf, yo no...
-Cállate-digo tiernamente.
Me mira a los ojos y me acaricia el pelo, yo hago un gesto de dolor cuando él, sin querer, me roza los puntos.
-Lo siento-susurra apartando rápidamente la mano de mi.
-Bésame, Josh.
Sin pensarlo se acerca a mi, me aparta con cuidado un mechón de pelo que tenía sobre la cara, se acerca despacio, noto su respiración entrecortada, él mete su mano izquierda debajo de mi nuca, acercándome a sus labios, yo pongo mi brazo alrededor de su cuello.
-Te quiero-me susurra al oído.
-Yo también-le acerco para volver a besarle-gracias Josh.
-¿Gracias?-se aparta extrañado.
-Tú fuiste el único que me buscó.
-Pero... Yo... No se que tengo que decirte ahora-dice.
-No digas nada, solo abrázame, ¿vale?
Una lágrima cae por mi mejilla, me obligo a tragarme las que saldrían después, no me gusta que me vean llorar y ya me han visto bastante.
Josh me seca la lágrima, me da un beso en los labios y me abraza, no es un abrazo fuerte, es más bien de protección, le quiero.
Pasé la noche en el hospital con mi madre, ahora acabo de llegar a casa.
-Vete a la cama, Anouk-dice mi madre-¿quieres algo antes de ir?
-Sí... Un actimel.
-No hay, pero voy a comprarlo, tardo cinco minutos, ¿te quedas sola? Si no quieres que me vaya...
-No, no pasa nada... Son cinco minutos, ¿no?-digo poco convencida.
-Vale, me voy entonces, no tardo nada.
Se va antes de que pueda contestar, en el mismo segundo cojo el teléfono y llamo a Josh.
-¿Anouk?-pregunta.
-Sí... Soy yo, me he quedado sola en casa y...
-Vale, vale, no pasa nada princesa. ¿Quieres que vaya?
-No hace falta, solo quédate hablando conmigo, ¿vale?
-Vale, a ver... ¿De qué quieres hablar?
-No se... Cuéntame algo.
-Pues... ¿Puedo ir a verte por la tarde?
-Sí, supongo, ¿por?
-No... Por si seguías castigada.
-Creo que eso ya está solucionado-digo sonriendo aunque él no lo nota.
-Perfecto, esta tarde voy ¿a qué hora?
-A las...
Oigo un ruido fuera y paro de hablar, voy a mi habitación y me encierro.
-Anouk... ¿Pasa algo?
-He oído un ruido... Pero seguro que no es nada.
Estaba realmente asustada.
-Bueno... ¿Te parece bien a las cinco?
-Sí, me...
Oigo otro ruido, esta vez más cerca.
-Josh-digo-otra vez-me tiembla la voz-tengo miedo, Josh...
-Voy para allá.
Otro ruido.
-No, Josh, no me cuelgues, por favor.
-Te llamo desde mi móvil, cuelga un segundo.
-Date prisa, Josh...
Cuelgo. Oigo otro ruido. Llaman al teléfono.
-¿Josh?
-Casi...-esa voz.
-¿Héctor?-pregunto temblando.
-Bingo, quiero que sepas que me han soltado pagando una fianza, hasta el juicio. Estoy enfrente de tu casa, ábreme Anouk, quiero decirte una cosa.
Cuelgo.
Josh me estaba llamando mientras hablaba.
-¡Josh!
-¿Qué pasa? Ya estoy de camino.
-Josh, no vengas, es Héctor, yo estoy bien en mi...
-¿Héctor?-me corta.
-Sí, pero estoy en mi casa, estoy...
-Voy corriendo.
-Josh, no vengas, puede hacerte algo.
-Ya estoy por la mitad del camino, no tardo nada.
-¡Josh, no vengas!
Tengo muchísimo miedo por Josh, me asomo a la ventana y veo a Héctor, ahí plantado, mirando fijamente hacia donde estoy yo.
-Josh, está en frente de la ventana de mi habitación, no vengas, mi madre no tardará en llegar.
-Cuando te diga vete a abrir la puerta de la cocina, ¿vale? Voy por ahí.
-Josh, cuidado, por favor.
-Vale, ya le he visto en frente de tu ventana, voy a ir por detrás.
-Josh...
-Tranquila, ya estoy llegando.
Miro ahora yo por la ventana, no está, ¿dónde se ha metido?
-Josh, no está en frente de mi ventana.
-Pero si acabo de verle...
-Ha ido por detrás, Josh, ve por la puerta principal.
-Pero...
-Josh, no está.
Josh:
-Josh, no está-dice Anouk.
Por el tono de su voz se que tiene miedo, yo siento impotencia, pánico por ella. No quiero que la pase nada, ese tío... No puedo contener las ganas de partirle la cara, pero debo intentarlo, sino yo tendré problemas también.
-A ver Anouk, estoy en tu jardín trasero, no hay nadie, ¿vale? Vuelve a mirar.
-Josh, aquí tampoco está.
Noto un puñetazo en mi espalda, ahí está. Me giro y le veo, tiene arañazos en la cara, me siento orgulloso de Anouk, recibo otro puñetazo, esta vez en el brazo.
Tiro el móvil.
-¡Anouk, no abras la puerta!-grito.
Me veo enfrascado en una pelea de las que nunca se deberían tener.
-Ya vuelves a hacerte el héroe-dice.
Le cojo del cuello, le aprieto fuerte y le empotro contra el muro de piedra del jardín de Anouk.
-Déjala en paz, vete de aquí-digo.
Le doy un puñetazo en el estómago con la mano que me queda libre. Veo que se está poniendo rojo, no puede respirar. Le doy la vuelta y le llevo cogido del cuello hasta la puerta de acero por la que ha entrado. En la puerta le suelto, veo que viene Carmen, la madre de Anouk, la hago señas para que se de prisa.
Héctor me da un cabezazo, eso hace que me caiga al suelo, ahí soy un blanco fácil de un montón de patadas, puñetazos y demás golpes innombrables.
-¡Para!
Puedo ver la forma del cuerpo de Anouk correr hacia nosotros.
-¡Anouk! Entra en casa-grito.
Carmen ya está a pocos metros de mi y repite a Anouk lo mismo que la he dicho yo.
-Héctor, déjale.
Él no la hace caso pero yo consigo zafarme de sus brazos, me levanto y voy corriendo hacia Anouk.
-Vamos, corre, entra en casa.
Entra y yo cierro la puerta. Escucho sirenas y veo como Héctor sale corriendo.
El coche de policía se para en frente de casa, detrás de este viene Enrique, su padre, que sale dejando el coche en marcha.
La presión que siento en mi cabeza hace que caiga al suelo otra vez, antes de desmayarme noto la cálida mano de Anouk acariciándome la cara y una voz que dice:
-¡Se acabó! ¡Nos mudamos de aquí pero ya!