Anouk:
Hoy es 22, hacemos un mes y Josh y yo no hemos hablado todavía... ¿No querrá volver a verme?
Bajo a desayunar, yogur con cereales, me encanta ese desayuno.
-Cariño, vamos a trabajar, ¿vale? Te quedas con Pedro en casa.
-Vale, adiós-digo a mis padres.
Les doy un beso y cierro la puerta con llave, me apetece ser feliz hoy, aunque Josh no me haya llamado...
-¡Pedro!-grito para que se despierte-¡Pedro, Pedro, Pedrooo!
Voy corriendo a su habitación y salto sobre él.
-Despierta-digo dándole en la cara.
-¿Qué pasa?¿Qué hora es?
-Las nueve y media, vamos, levanta, tienes que vestirte, vamos al centro comercial.
-Pero... ¿Por qué?
-Necesitamos ropa de verano, ¡venga, no seas vago!
Se levanta a regañadientes, se ducha en un período de tiempo más corto del que me esperaba y, mientras yo espero sentada en el salón, él se viste.
-Pedro... ¿Cuánto tiempo vas a estar aquí?
-Pues unas dos semanas más o menos-contesta desde la habitación.
-¿Solo? Pensé que te quedarías más tiempo...
-Tengo trabajo, Anouk.
-Ya... Bueno...
No digo nada más sobre el tema.
Ya hemos llegado al centro comercial, miro la hora en el móvil, las once de la mañana. Voy a guardarlo de nuevo en el bolsillo del pantalón cuando llega un mensaje, es de Josh.
Decido no mirar el mensaje, voy a disfrutar el día con mi hermano.
-¿Un mensaje?-pregunta.
-Sí...
-¿De... Josh?
-Sí.
-¿Por qué no contestas?
-Paso...
-Vale, vale.
Pasamos por las tiendas y me compro toda clase de ropa, lo que más compro son vestidos.
Compro un
vestido dorado, con una chaqueta blanca y unos zapatos a juego; un
conjunto de vaqueros cortos, camisa beige y tacones de cuña; otro
vestido, esta vez rojo, con un cinturón marrón; un
vestidito corto de flores y con un cinturón azul; un
conjunto que consta de una camiseta a rayas gris y un tono de rosa que no puedo describir fácilmente, con un cinturón y un bolso amarillos.
-Bueno... Creo que por hoy está todo, ¿no?-dice mi hermano con tono de cansancio.
-Está bien...
-Venga, te invito a un helado antes de ir a casa, ¿vale?
-Me parece bien-sonrío.
Nos pedimos los dos el mismo helado: menta y chocolate.
-Está muy rico-digo.
-Como siempre, oye, Anouk, Josh y tú... ¿Habéis...?
-Qué-contesto seca.
-¿Lo habéis hecho?
-No.
-Anouk...
-Es la verdad-digo convincente.
No se como puedo ser tan mentirosa...
-Eres una mentirosa, me lo dijo él el otro día.
"Qué gilipollas", pienso.
-Ah...
-Eso es un sí.
-Puede... Sí.
-Dios mío, el capullo me mintió, dijo que no.
-Bueno pues ya te he dicho yo que sí... Pero solo una vez y fue muy bueno conmigo.
-Vale, no quiero saber más, cuando venga le partiré la cara, pero con cariño porque fue bueno contigo.
-No seas idiota, anda, vamos a casa, quiero probarme todo esto.
Nos montamos en el coche, Pedro está tenso, lo noto.
-Pedro... ¿Te pasa algo?
-Joder, eres mi hermana pequeña.
-Sí, bueno, pero eso no te preocupó el casi 5 años, no te preocupes ahora.
-No saques el tema...
-Pues deja de comportarte como un imbécil, no has querido saber nada de mi en 5 años, lo acepto, pero no seas gilipollas.
Ya hemos llegado a casa, salto del coche antes de que arranque y subo corriendo por las escaleras, estoy tan enfadada que no cojo el ascensor, al llegar a mi planta veo a un chico...
-Tú-digo.
Josh:
Acabo de mandar un mensaje a Anouk, espero que me responda... Llevo estos dos días pensando en ella, pero no me atrevía a llamarla, ella fue la que dijo eso de la despedida... ¿Quién soy yo para negarlo? Si no quiere estar conmigo después de todo, no puedo hacer nada...
-Cariño, ¿qué te pasa?-pregunta mi madre-llevas dos días apagado, ¿va todo bien?
He intentado ocultárselo, pero se me nota, en estos momentos necesito un abrazo.
-Mamá... La he perdido.
-¿El qué has perdido?
-A Anouk...
Suelto todo lo que ha pasado entre nosotros desde el primer día que la vi, mi madre quiere decirme algo, lo noto.
-Dime algo, mamá.
-Pequeño, si no te quiere después de todo lo que has hecho por ella en un mes... Esa chica está loca.
-Pero... ¿Qué puedo hacer?
-Ve a buscarla, no te digo hoy ni mañana, cuando estés preparado para decirla lo que sientes, pero cariño, si tan enamorado estás... No seas cobarde.
Esas palabras han calado hondo, mi madre siempre consigue que saque lo mejor de mi.
-Gracias.
-Cariño...-me abraza fuerte-Me cae bien esa chica, tiene carácter, pero que pueda no quererte... Es que, simplemente, no lo entiendo.
Son las once y media, Anouk no me ha contestado. Decido llamar a mis amigos del instituto, empezando por Hugo.
-Hola, tío, ¿qué pasa?
-Joder, ¿cuánto llevamos sin quedar?-pregunto-Ya va siendo hora de que echemos unas canastas, ¿no?
-Pero... ¿Y tu chica? Esa friki de los libros, ¿la has dejado ya?
-Que va tío... Hoy hacemos un mes.
-Bueno... Entonces retiro lo de antes.
-Cállate coño, quiero contártelo.
-Vale... Me callo.
-Antes de ayer discutimos... Me dio el beso de despedida.
-¿Qué la hiciste?-pregunta.
-Yo no hice nada, joder... Creo que ese es el problema.
-Sí... Las tías son jodidamente complicadas, pero, ¿sabes que es lo bueno?
-¿Qué?
-Que hay muchas, y mejores. Así que olvídate de ella y voy a recogerte, que hoy vamos al parque de atracciones.
-No se...
-Venga, tío, no nos hagas el feo, seguro que hay tías ahí.
-Vale... ¿Cuándo vienes?
-En diez minutos sal preparado a la puerta.
Cuelgo, cojo una mochila y meto todo lo que necesito en ella, me despido de mi madre y salgo a la puerta. Veo el coche de Hugo esperándome, se acaba de sacar el carnet de conducir y siempre se ofrece para llevarnos, con él están Marcos y David.
-¿Qué pasa chavales?-digo al entrar en el coche.
-Hola tío-responden.
-¿Vamos en busca de qué?-pregunta Hugo, ya con el coche en marcha.
-Tías fáciles-contestan los otros dos.
-Vamos, Josh... No seas coñazo, ¿vamos en busca de qué?
-Tías fáciles-respondo.
-Así me gusta-dice David.
Acabamos de llegar, estamos en la puerta principal esperando el turno para coger las entradas.
-Mira esa-dice Hugo señalándome una chica morena de la fila de al lado.
-¿Qué?
-Ese es tu tipo, ¿no?
-Tío...
-Venga, está buena-insiste Marcos-¿te la presento?
-No.
-Oye, chica-grita-si, tú, la chica morena, eso, acércate, mi amigo te quiere conocer.
-Joder...-digo.
Veo como la chica se acerca, la verdad es que no está mal.
-Hola, chica, ¿como te llamas?-pregunta Marcos cogiéndola por los hombros.
-Hola, soy Ann-dice sonriendo.
-Que nombre más bonito, este es Josh.
Marcos nos presenta, la chica me da dos besos, parece simpática.
-Hugo, ven.
Le doy un empujón y salimos de la fila.
-¿Qué te pasa?
-Es que... Paso de estar así, tío...
-Ya... ¿Qué quieres que haga?
-Llévame a su casa.