Translate

jueves, 29 de noviembre de 2012

Especial 24.- "Cierra la puerta, se va sin más"


No puedo aguantar las lágrimas. Después de todo no se acuerda de mi, no es justo... No lo es.
Miro a Judith, que tiene los ojos apuntando a Héctor, en su rostro se pueden distinguir dos sentimientos: alegría e incomprensión.
Judith se acerca y da al botón para llamar a las enfermeras. Cuando llegan, vuelvo a fijarme a Héctor, creo que deseando que se acuerde de mi, me lo debe... Por lo menos eso, una disculpa. Él sigue mirándome y me doy cuenta de lo que quiere decir, parece que desea acordarse de mi, me mira fijamente mientras las enfermeras le toman el pulso, observan sus ojos y demás cosas que no entiendo.

-Acércate-me ordena.

Lo hago, le obedezco y camino hacia él mirando al suelo. Aparco mis pies al lado de su cama y me agacho, poniendo la oreja sobre sus labios.

-No se quien eres-susurra. Le cuesta hablar.
-Lo sé-intento reprimir las ganas de llorar.
-¿Éramos amigos?
-Algo así-me encojo de hombros, no puedo contarle la verdad.
-Lo siento..., es que..., no me acuerdo.
-No pasa nada-al terminar la frase noto un nudo en la garganta.

Me levanto y me acerco a la madre de Héctor.

-Judith..., me voy a ir..., ¿puedo hablar contigo a solas?
-Claro, Anouk-sale de la habitación y entorna la puerta-¿qué pasa?-pregunta dulce.
-Voy a quitar la denuncia y no quiero que le digas quién soy yo ni lo que hizo, nunca, ¿vale? Creo que si no se acuerda no merece la pena revivirlo, sería lo mejor para todos-la miro seria, esperando a ver su reacción.
-Pe..., pero Anouk...-empieza a llorar desconsoladamente.
-Judith, no llores-la abrazo fuerte-como ya no vivo en Toledo no me verá, no pasará nada..
-Muchas gracias, de verdad-me mira y puedo ver la gratitud en sus ojos.

Me despego de ella sin decir nada y salgo de ahí, ya puedo llorar, llego al aparcamiento y subo a mi bicicleta sin dejar de derramar lágrimas, miro la hora, en 15 minutos tengo que estar en casa para que Josh venga a recogerme.
Pedaleo todo lo rápido que mis piernas me dejan y la capa cristalina de mis ojos me permiten ver. Decido ir por el carril bici que hay al lado de la carretera principal. Voy tan deprisa que no siento las piernas. Libero mi rabia pedaleando, grito con todas mis fuerzas contra los dientes y aumento el ritmo. Veo mi casa a pocos metros, me relajo y freno de repente para coger aire, pero eso nunca se debe hacer, nunca debes frenar en seco, por eso, cuando me doy cuenta ya he salido disparada hacia adelante, noto el manillar de la bici clavándose entre mi muslo y la entrepierna, eso me lleva a hacer presión en el lado delantero de la bicicleta y esta vuela sobre mi cabeza y cae con todo el peso en mi brazo izquierdo produciendo un dolor inmenso que no puedo describir.
Todo ha pasado en menos de diez segundos, ahora me encuentro tirada en el carril bici intentando reconstruir mis movimientos. Doblo las rodillas, el dolor es soportable. Con la mano derecha me toco el muslo buscando alguna herida abierta, no la encuentro. Intento mover los dedos de la mano izquierda, duele, mucho; doblo el codo despacio, levanto el brazo, creo que estoy bien. Me llevo las manos a la cabeza y noto humedad, "el casco", me miro los dedos y veo que un líquido rojo los mancha.

-Joder-grito.

Me levanto como puedo, despacio, con el menor número de movimientos que me es posible. Levanto la bicicleta y miro el reloj. "Cinco minutos".
Subo de nuevo a la bicicleta y pedaleo despacio. Llego a casa en poco tiempo, abro el portal y dejo la bici debajo de la escalera, entro en el ascensor. Último piso, salgo y abro rápido la puerta.
Entro, voy directa al baño, me quito rápido la ropa y me meto a la ducha. El agua caliente reconforta y alivia el dolor. Bajo la vista y observo como el agua se tiñe de un color marrón con vetas rojas.
El sonido del timbre me avisa de que Josh ya está aquí. Salgo de la ducha y corro a la habitación a vestirme. Me pongo pantalones largos porque he visto un moratón en mi pierna de un color muy feo. Cuando he terminado de ponerme las zapatillas salgo a abrir a Josh.

-Lo siento-digo saludándole con un beso-no me daba tiempo a vestirme.
-Ya, dime una cosa: si ya habías salido, ¿por qué no te has quedado con la ropa que llevabas puesta?
-¿Qué?-cierro la puerta detrás de nosotros y me dirijo hacia el baño para arreglarme el pelo.
-Se que has salido, Anouk.
-Te he dicho antes que me quedé estudiando-echo un montón de espuma en mi mano y la aplico por el pelo.
-Anouk, no me mientas... Vengo desde Toledo solo para verte y se que no te has quedado estudiando-escucho como se acerca a la puerta del baño.
-Fui a la biblioteca a estudiar-agito la mano para crear las ondas.
-Bueno, ahora no te has quedado en casa, ahora has ido a la biblioteca, me has mentido.
-Pero a estudiar.
-Anouk, se que has ido a ver a Héctor.

Se me cae el bote de espuma de las manos, no consigo recogerlo antes de que toque el suelo produciendo un ruido que afecta a mi dolor de cabeza.

-No he ido a verle, ¿para qué querría?
-Anouk, que no me mientas.
-Mira, Josh, déjame en paz, anda.

Me miro en el espejo y veo unas gotas de sangre bajar por mi frente, cojo una toallita y me limpio rapidamente.

-¿Qué es eso? ¿Qué te ha pasado?-Josh se acerca a mi y me limpia la sangre.
-Me caí, eso es todo.
-¿Cómo? Pero, ¿qué has hecho?
-Me caí y punto, si no me crees no tengo por qué darte explicaciones.

Hoy no estoy de humor después de todo, definitivamente.

-¿Es que no entiendes que lo único que quiero es que no te pase nada? Me mientes y ahora te veo con sangre en la cabeza, y menos mal que es un raspón...
-Que te calles, me duele la cabeza-le corto.
-¿Qué me calle? ¡Anouk que tienes sangre! Y no me quieres explicar qué te ha pasado, ¡no te entiendo!-grita.
-¡No me chilles! No estoy sorda, ¿vale? Te he dicho que me duele la cabeza-le aparto la mano y salgo del baño-vamos, no quiero llegar tarde-digo brusca.
-No me vas a contar nada, ¿no? Perfecto, es perfecto todo.
-Que sí, Josh, que has venido muy tenso hoy, no lo pagues conmigo.
-Qué morro tienes, Anouk, cuando quieras contarme lo que te ha pasado me hablas, que te estaré esperando, hasta entonces... Adiós.

Se despide con un beso en la frente, abre la puerta y me mira, se que lo sabe y me da igual, que se vaya.

-Ten cuidado con la moto...-le digo.

Cierra la puerta, se va sin más.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Capítulo 29.- "Ay Dios mío"


"No lo quiero tener". Cuatro palabras que lo cambian todo.
"No-lo-quiero-tener". "Estoy segura, tenemos tiempo".
"¿Estoy segura? Sí. ¿Estoy segura? Sí".
Los diálogos que cobran vida en mi cabeza no me dejan pensar ni actuar, estoy inmersa en un mar de dudas, ¿dudas? No, lo tengo claro, se lo que voy a hacer.

No he llamado a nadie para contar lo que me pasa, no he llamado a mis padres porque no quiero disgustarles si ya tengo claro lo que quiero hacer. Tenemos, tenemos claro lo que vamos a hacer. Hemos tomado una decisión, por tanto, Josh y yo somos los únicos que debemos saberlo, y Patri..., que se lo tuve que contar, tenía que hablar con una amiga.

Cojo el teléfono, necesito verle, que venga a casa ahora que estoy sola, ahora que Josh se ha ido a trabajar, necesito un amigo y un hermano... ¿A quién llamo primero?
Taylor está cerca pero no creo que quiera venir ni que a Josh le haga gracia encontrarle aquí cuando vuelva.
Pedro es mi hermano pero vive a tres horas de camino ahora que se ha mudado con su nueva novia.

Busco en mi móvil la agenda: "P" o "T"...
Pulso el botón verde, "pi, pi, pi".

-¿Sí?
-Hola Taylor... Soy Anouk, ya sabes, siento llamarte así de repente después de todo, pero..., yo..., bueno, necesito un amigo.
-Espera, ¿Anouk?
-Sí, Anouk, soy yo-suelto una carcajada.
-¿Qué pasa? Es raro que me llames.
-Ya, bueno, quería hablar con alguien, ¿quieres venir a mi casa?
-¿Está Josh?
-No, luego le diré que has venido,no pasa nada.
-Venga, vale, voy Anouk, dame quince minutos,
-Vale Taylor, muchas gracias, hasta ahora.

Cuelga.

Quince minutos. Ese es el tiempo que tengo para prepararme. Busco en el armario algo decente, saco pantalones, faldas, camisetas..., "no tengo ropa", me digo. Al final me decido por un vestido blanco y unas bailarinas azules. Me arreglo el pelo, lo recojo en una trenza de espiga despeinada y corro al baño a maquillarme.

"Din, don".

¡No me da tiempo!. Dejo el baño patas arriba y bajo corriendo las escaleras. Me miro en el espejo de la entrada y coloco el vuelvo del vestido. Un poco de colonia y..., listo.
Agarro el picaporte, respiro hondo y abro la puerta con decisión.

-Taylor-sonrío y le abrazo-¡qué puntual!
-No tenía nada que hacer-se encoje de hombros y me devuelve el abrazo.
-Pasa, pasa, siéntate en el sofá.

Le llevo de la mano y hago que se siente.

-¿Quieres tomar algo? ¿Refresco de cola?-camino hacia la cocina dando pequeños saltitos, sin parar de sonreír.
-Vale, como quieras. Anouk... ¿Te pasa algo? Te noto rara.
-¿Rara? ¿Yo?-le saco la lengua desde la cocina-no estoy rara-suelto una risilla nerviosa.

Llevo una bandeja al salón con dos vasos de refresco.
Sí lo estoy, me acabo de dar cuenta, no sé por qué me comporto así ahora..., me ha dado por arreglarme, he invitado a casa al chico que se pegó con mi futuro marido y le estoy sonriendo. Bien, Anouk, ¿qué te pasa? ¿Qué estás haciendo? ¿Eres idiota?
De repente me pongo seria, se tensan todos los músculos de mi cuerpo.

-Vete.
-¿Anouk?
-Lo siento, Taylor, tienes que irte.
-Pero... ¿Por qué? ¿Qué he hecho?
-Nada, solo vete, ¿vale?
-No entiendo nada... Estás loca, cada vez estoy más convencido.
-Pues eso, como estoy loca, vete.
-No he dicho que no me guste que lo estés, me vuelves loco a mi también-sonríe.
-Taylor... Venga, te acompaño a la puerta.

Voy hacia la entrada y abro, le hago un gesto para que se vaya.

-Joder, Anouk... No te entiendes ni tú.
-Ya... Es lo que tiene, adiós Taylor.

Vuelve a sonreír y se acerca para darme dos besos. Espera, está cerrando los ojos, ¿qué hace?
Es en ese momento cuando siento el impacto de sus labios con los míos, ese roce no dura más de dos segundos, es lo que tardo en reaccionar, me tomo otros dos segundos más para que mi cerebro de la orden a la mano. Esta obedece causando una reacción de fuerza directamente proporcional a la furia que me recorre ahora mismo. Sí, he cruzado la cara a Taylor Lautner.

-¿Qué haces?-pregunta sorprendido.
-No, ¿qué haces tú? Fuera.
-Pe...

Cierro la puerta, no le dejo terminar. ¿Se ha vuelto loco? ¿Quién se cree que es? ¿Josh? ¡Pues no lo es! Que se entere de una vez.

-¡No eres Josh!-grito desde la entrada.

No obtengo respuesta, por lo que supongo que se ha ido, me acerco a la mirilla de la puerta y observo el jardín. "Joder...", está lleno de paparazzis y yo me cago en todo ya hostias. Abro la puerta, cuanto antes aclare lo que ha pasado, mejor.

-Anouk, ¿ese beso significa que Josh y tú habéis roto?-pregunta un periodista bastante bajito para su peso.
-¿Estás saliendo con Taylor ahora?
-¿Cómo se ha tomado Josh lo tuyo con Taylor?
-¡Silencio!-grito-no he roto con Josh ni tengo intención, Josh no se ha tomado de ninguna manera lo mío con Taylor ¡Porque no hay nada! Somos, éramos amigos, vino a casa un momento y se confundió, ya está, ¿alguna pregunta más?

Veo como un periodista joven, alto, moreno y con unos ojos de un color marrón penetrante se acerca entre la multitud y me mira con una sonrisa pícara dibujada en su cara.

-Anouk, han llegado rumores de un posible embarazo y, hoy la revista de la señora Meghan Mc.Red ha publicado que tiene un nuevo proyecto con una joven promesa-saca la revista y leo el titular: "El mejor proyecto de mi carrera se publicará gracias a Anouk Orozco, la joven promesa de la escritura".

"Ay Dios mío", me quiero morir, ¿cómo contesto a esto?

-¿Qué tiene que decir al respecto señorita?-pregunta una mujer rubia, demasiado delgada para ser atractiva.
-Quiero decir que estoy muy contenta por poder trabajar con Meghan Mc.Red, no voy a decir nada más.

Con un portazo termino mi contestación.
Voy corriendo a por la guía telefónica, busco el número de una clínica para abortar... "Bingo". Marco los dígitos decidida.

"Pi, pi, pi".

-Clínica Women's Medical Center, ¿qué desea?

viernes, 23 de noviembre de 2012

Especial 23.- Voy a ver a Héctor.


No lo aguanto, Josh ya está en casa, él está bien pero yo no. Héctor sigue en coma, lleva así una semana y no ha mejorado nada.
"Héctor, ¿por qué? ¿Por qué has tenido que ser un capullo? ¿Por qué no despiertas y das la cara ahora? Se valiente". Estos pensamientos han pasado por mi cabeza desde que me enteré de lo que había pasado con Héctor, que estaba en coma, y ni un solo segundo se han apartado de mi mente.

-Hola mipri-mi padre aparece por la puerta-¿cómo estás?-pregunta mientras me abraza.
-Bien-sonrío intentando parecer convincente.

Clavo mis uñas en su espalda, lo que provoca que una dura guerra se abra paso en mi habitación. Entre risas, puñetazos y patadas comienzo algo que me resulta familiar, una distracción que solo mi padre puede darme.
Gancho de derecha, abajo, rodillazo en la entrepierna y codazo en el estómago. Mi padre me ha enseñado bien. Sonrío y respiro con la cabeza gacha, es entonces cuando papá aprovecha y me coge por el cuello, en medio segundo estoy en el suelo.

-No te relajes-apunta sonriendo.

Respondo con algo parecido a un gruñido, le proporciono un puñetazo en el pecho y consigo zafarme, así, de sus brazos.
Viene hacia mi.

-Ya, ya, papá, venga que me has hecho daño-suelto una carcajada inevitable-déjame.
-¿Ahora? Serás cobarde...-se sujeta la tripa con el brazo y tose forzadamente.
-Sí, sí, tose y mira quien ha ganado-pongo el brazo en ángulo recto y saco músculo.
-¿Vas a salir hoy?-pregunta cambiando radicalmente de tema.
-No lo se, ahora llamaré a Patri.

Mentira, sí lo se, la voy a llamar, pero antes iré a ver a Héctor, no se por qué quiero hacerlo, pero tengo que saber si está bien, si ha mejorado algo.

-Vale, voy a mirar qué hago de cena.
-¿Por qué no pides marisco y le preparas una cena romántica a mamá?
-Lo pensaré-sonríe y sale de mi habitación.

Cojo el teléfono y marco el número de mi mejor amiga.
"Pi, pi, pi"

-¿Sí?
-Hola Putricia.
-Hola Anoukcia.
-¿Vas a salir hoy?
-Sí, he llamado a estos, vamos a ir a casa de Sanse a jugar al singstar.
-Vale, oye..., voy a ir primero al hospital a ver a...
-¿Héctor?-pregunta casi con una exclamación.
-Sí, exacto.
-No vayas.
-Voy a ir, Patri, da igual lo que digas, ¿a qué hora voy a casa de Sanse?
-No me parece bien pero bueno... Hemos quedado a las siete, dile a Josh que se venga.
-Vale, luego voy, adiós-digo canturreando la última palabra y cuelgo.

Ahora toca llamar a Josh... A ver qué me invento para no quedar con él antes de las siete. Marco su número.
"Pi, pi, pi".

-Buenos días princesa.
-Hola Josh-sonrío contra el teléfono-te han invitado a una fiesta.
-¿Sí? ¿Qué fiesta?
-Bueno, fiesta, fiesta... Es en casa de Sanse, vamos a jugar al singstar.
-¿Singstar, eh?
-Claro y vas a venir.
-Vale, acepto-ríe fuerte-pero antes de ir salimos tú y yo, ¿paso a buscarte a las cinco?
-Josh, no puedo, no me dejan salir tan pronto, tengo que estudiar-creo que he sido convincente.
-Humm... Pues voy a tu casa y te ayudo.
-Mejor que no, Josh-una carcajada sale por mi boca-sino no estudiaría...
-Bueno...-le he convencido, seguro-pues paso a por ti a las siete menos cuarto, ¿vale?
-Perfecto.

Cuelgo y voy a mi habitación a vestirme. Me pongo lo primero que encuentro: unos vaqueros desgastados y una camiseta de tirantes blanca.

-Adiós mamá, me voy-la doy un beso y abro la puerta.
-¿Dónde vas?-pregunta de manera autoritaria.
-He quedado con estos, mamá vamos a casa de Sanse a jugar al singstar.
-¿A estas horas? ¿Tan pronto?
-Sí mami-vuelvo a darla un beso-me voy que llego tarde-me pongo la mochila con el móvil y una carta dentro.

Cojo la bicicleta y pedaleo lo más rápido que puedo hacia el hospital. De camino noto la vibración del móvil en mi espalda, pero no me detengo, se lo que tengo que hacer.
Acabo de llegar al hospital. Paso decidida, sin preguntar, es raro que no me hayan parado. Camino hacia la habitación de Héctor, "303, 304, 305...".
Respiro hondo y agarro con fuerza el picaporte. "Venga, vamos, adelante". Giro la muñeca despacio y abro la puerta. Le veo, ahí está. No parece él, me acerco y me siento en la butaca que tiene al lado de la cama. Le miro durante unos segundos, odio y tristeza es lo que siento. Aparto la vista de él y cojo el móvil de la mochila, tengo cuatro llamadas perdidas de Josh, lo apago y vuelvo a guardarlo en la mochila.
La mirada se desvía de nuevo hacia el rostro dormido de Héctor, añoranza y pena son dos nuevos sentimientos que me invaden cuando le miro esta vez. Me acerco a él, le cojo la mano con fuerza y se la beso.
"Pi, pi, pi, pi", el ritmo del sonido de la máquina a la que está conectado se dispara. Me asusto y pulso el botón de "la pera" para llamar a las enfermeras.

Héctor empieza a convulsionar y el primer impulso que tengo es el que me dice que le abrace fuerte para que se relaje, lo hago. A los pocos segundos llegan dos enfermeras.

-Aparta chica-dice la primera enfermera, rubia y alta.

La obedezco y me aparto, veo como le inyectan un suero transparente que hace que se tranquilice y abra los ojos. "Un momento", me digo, "¡ha abierto los ojos!".
Me acerco a él, pongo mi mano sobre su mejilla y le miro.

-¡Héctor!
-Perdona... No puedes estar aquí.
-Pero, por favor, es mi mejor amigo.
-¿Podrías ir a llamar a un familiar? Por favor.
-Sí, sí, ahora mismo.

Cojo la mochila y busco el móvil, marco rápido el número de Judith, me le se de memoria.

-¿Sí?
-Judith, soy Anouk, Héctor ha..., ha despertado Judith.
-¿Qué? Voy para allá, estaba fumando, ahora mismo subo Anouk, gracias-cuelga.

No puedo evitar sonreír, estoy feliz y en realidad no se por qué... Le miro, las enfermeras han desaparecido por arte de magia. Él observa todo lo que le rodea, no sabe donde está. Salgo de la habitación para buscar a Judith, creo que debe ser la primera a la que vea.
Distingo una figura corriendo hacia la habitación, es ella.

-¡Anouk!-grita desde el final del pasillo.
-Judith, corre-suelto una carcajada-ha despertado, venga.

Llega y me abraza, ese abrazo dura unos segundos, después va a ver a su hijo, le abraza y le besa sin parar.

-¿Cómo?-pregunta mirándome.
-No lo se, le cogí la mano, se la besé y...
-Gracias-sonríe-ven, Anouk, mira cariño quién ha venido-mira a Héctor y vuelve a abrazarle.
-Mamá...-dice él, mirándome.
-¿Qué pasa cariño?-pregunta Judith.
-¿Qui..., quién es?

martes, 20 de noviembre de 2012

Capítulo 28.- "Si son sus sueños, la obligaré a cumplirlos"


"Enhorabuena" ¿Cómo que enhorabuena? De repente siento unas ganas locas de partir la cara al médico en mitad de la consulta, el tío sonríe, nos da la enhorabuena y sigue tan tranquilo, será gilipollas, que tenemos  21 años joder, ¿Un niño? ¿De verdad? Intento sonreír  alguien tiene que ser fuerte de los dos, y me da que Anouk no va a serlo. Por un segundo intento pensar en todos los argumentos positivos que se me puedan ocurrir, pero... adiós a hacer puenting, adiós a viajar, adiós a sobrevolar las cataratas de Iguazú en helicóptero, adiós a todo eso. Mierda. Oigo la voz de Anouk que me devuelve a la tierra.

-Josh, es serio, ¿Qué pasaría si estuviera embarazada?
-Pues que en vez de una cosa bonita tendría dos.

Pues que toda la vida que siempre he deseado cambiaría drásticamente, pero ya estás bastante preocupada como para decirte esto. Sonrío y le planto un beso en los labios. Llegamos a casa, necesito pensar. Ella corre al teléfono a llamar a una amiga. Yo suelo ser de comérmelo todo yo solo, necesito poner mi cabeza en orden, organizarme, decidir qué hacer y como hacerlo. 
Empiezo a pensar, es como un examen de carrera de los que da dolor de cabeza, no se ni por donde cogerlo. Decido que no es el momento, subo a ver a Anouk, llamo a la puerta.

-Pasa.

Me tumbo a su lado y empiezo a acariciarla. "Léeme el pensamiento, yo también necesito un abrazo".

-Josh necesito estar sola.

Siento un pequeño pinchacito en el pecho, eso ha dolido, pero la entiendo, me bajo al salón, cojo los cascos que ocupan toda mi oreja y aíslan como el corcho y empiezo a escuchar "Bring me to life" de Evanescence. Y me quedo dormido allí.

Bipbip, bipbip, bipbip. Maldita alarma, creo que después de los despueses me merezco no ir a trabajar. Cierro los ojos un momento, pero algo no me permite dormir, voy a currar, al menos me mantendré distraído  Pero no me concentro en nada no soy capaz ni de beberme un café sin derramarlo por encima. Estoy para el arrastre. Cuando por fin se acaba mi horario me acerco a Liam.

-Oye tío, ¿Te importaría pasar la tarde conmigo por favor? Sabes que no te lo pediría si no lo necesitase.
-Pues claro hombre, no digas tonterías.
-Gracias. -musito.

Liam siempre ha sido un gran tío, y muy charlatán, algo bastante útil si quieres mantener la cabeza ocupada. Me empieza a hablar de todo, me cuenta un chiste sobre un abuelo que ve dragones, un tío que mea en neveras, de verdad se esfuerza. "Gracias Liam", pienso.

Pasamos por una joyería. Miro un segundo a un escaparate y veo una gargantilla que quedaría perfecta en el cuello de Anouk, miro el precio, "ufff".

-¿En efectivo o con tarjeta señor?
-Con tarjeta.

Vuelvo a casa con una idea, tengo que hablar con ella. Me la encuentro y sonrío para intentar preparar el terreno. Viene hacia mi y ZAS. Me suelta un tortazo. ¿Y esto? ¿Es por dejarla embarazada? Sube corriendo las escaleras.

-Anouk, Anouk, sal vengo de trabajar.

Oigo como se corre el pestillo y abre.

-Anouk... ¿Qué te pasa?
-¿Que qué me pasa? Tu sabrás...

Empezamos a discutir pero antes de que la conversación fuese a mayores decido pararlo. La empujo suavemente de los hombros para ponerle la gargantilla y vuelvo a hacer que se gire. Está preciosa. Sonríe y trata de disculparse, pero ya es algo que me hace gracia más que duele.

-Josh… Me ha llegado una carta muy rara.
-Da igual…
-No, espera, mira.


Bajamos. Es un sobre normal y corriente.


-¿Qué tiene de extraño?-¿Cómo puedes no darte cuenta? Mira, el sobre no es blanco, es color crema; la letra está por ordenador, y eso es muy raro en sobres color crema; y…

-Eso es blanco.
-Lo que tú digas.
-Bueno ábrelo, ya me has dejado con la duda…
-¿Lo abro?
-Vamos.


Le ofrecen trabajo, el que ella siempre ha querido. Da igual a donde tengamos que ir, si son sus sueños, la obligaré a cumplirlos.


Bien, como desde hace tiempo, Josh es @eduventax lo sabéis :) y su blog es: http://internetauneslibre.blogspot.com.es/ aprovecho para decir que Mi Diario con Josh cada vez está más cerca de ser un libro en condiciones, nos gustaría que los que lo leáis deis vuestra opinión, por favor, muchas gracias :)

jueves, 25 de octubre de 2012

Capítulo 27.- "Josh... vamos a hablar, ¿vale?"


-Perfecto, en unos minutos volveré con los resultados- dice el doctor mientras sale del cuarto.

Josh y yo nos miramos durante unos segundos que parecen interminables.

-Josh..., vamos a hablar, ¿vale?
-Claro- responde con una de sus perfectas sonrisas.
-Si al final no estoy embarazada... ¿Va a cambiar algo?
-¿A qué te refieres?
-Pues... ¿Te alegrarías?
-Es que pequeña..., un hijo nos uniría más que a nada.
-Ah..., ya estamos muy unidos, ¿no?
-¿No te gustaría formar una familia conmigo?
-Sí, claro, pero aún somos muy jóvenes..., ¿no crees?

Veo como una medio sonrisa asciende por las comisuras de sus labios.

-Claro enana, además tampoco quiero que entre nadie en mi vida que pueda hacerte competencia- concluye sacándome la lengua.
-Josh, es serio, ¿qué pasaría si al final estoy embaraza?
-Pues que en vez de tener una cosa bonita tendría dos.
-Ah..., vale...

Se acerca para besarme, lo consigue, hace que me calle con un beso tierno.

No se me va de la cabeza esa posibilidad... ¿Y si estoy embarazada? Adiós planes de futuro...

Entre la fluidez de pensamientos que tengo ahora mismo se abre paso el doctor con una leve sonrisa, ¿qué significa esa sonrisa? ¿Que no estoy embarazada?
Mis manos empiezan a temblar y yo las aprieto contra mis piernas y hago crujir cada nudillo.

-Ya tengo los resultados- avecina el doctor- tengo que daros la enhorabuena, Anouk, estás embarazada.

"Crack", el nudillo cruje tan fuerte que me da miedo, igual me he roto el dedo.

Josh me mira con inexpresividad en el rostro, debe haberse dado cuenta de que estoy peor que él...

-¿Cómo estás peque?- pregunta Josh.
-¿Está seguro, doctor? Es decir..., ¿no hay margen de error?
-Sin lugar a dudas.

Me quedo petrificada, estaba segura de que no tendría que estar en esta situación, que no estaría embarazada y, por tanto, todo seguiría perfecto. Pero no, ahora estoy embarazada, una célula crece dentro de mí, y yo me cago en el puto 1% de los preservativos.

-Josh..., quiero ir a casa.
Él asiente y, sin decir una palabra, los dos salimos de la consulta.

Ya estamos en la puerta casa, creo que me ha hablado un par de veces, pero estaba tan perdida en mí misma que no podía si quiera contestarle, Josh abre la puerta y me deja pasar, le sonrío levemente y, sin pensarlo dos veces, subo a nuestra habitación, cierro con un suave movimiento y me siento en la cama.
Decido llamar a Patri por teléfono, en estos momentos la necesito.

“Pi, pi, pi”.

-¿Anouk?
-Hola, Patri.
-¡Anouk!-grita-¿sabes una cosa? Voy a hacer las prácticas de veterinaria en el zoo.
-¿Sí? ¡Qué alegría! En serio, me encantaría estar allí para darte un abrazo.
-Ya… A mi me gustaría que estuvieras, eh… Pero bueno, ¿qué querías? Para algo habrás llamado.
-Sí… Verás, necesitaba hablar contigo porque…-no me salen las palabras.
-¿Por qué…?
-Estoy embarazada.
-Espera.

El tiempo que está sin hablar se me hace interminable, joder, ¿qué tiene que pensar?

-¿Patri?
-Espera.

Cuento los segundos que está callada, exactamente son 213 antes de que vuelva a hablar.

-Embarazada-dice finalmente.
-Eso he dicho.
-¿Cómo?
-¿Sabes el 1% ese de los preservativos? Me tocó.
-Joder… ¿Qué vas a hacer?
-No lo se, Patri, no se lo digas a nadie-recalco el “nadie”-no se lo que voy a hacer porque no había pensado en eso.
-Me imagino… ¿Le vas a tener?
-No lo se.
-Puf… Yo no sé qué decirte…
-Ya lo se, no tengo ni yo una idea clara.

“Toc, Toc, toc”.

-Patri, te dejo, ¿vale? Es Josh, ha llamado a la puerta.
-Vale, pero quiero que esta conversación se continúe.
-Siempre nos quedará el whatsapp que es gratis-digo soltando una carcajada.

Cuelgo.

-Pasa.

Al decir esto la puerta se abre y oigo los pasos de Josh venir hacia mí sin decir nada. Noto como la cama se hunde al contacto de su mano, como se va moviendo junto a él hasta que llega a mí.
Le tengo detrás, su mano me acaricia el lado izquierdo de la cara y su cabeza se apoya en mi hombro derecho, yo me giro hacia la izquierda haciendo para sentir mejor el contacto de su piel con la mía. No nos hace falta decir nada. Él se acerca más a mí, me abraza por detrás y me estremezco, todavía siento el cosquilleo en la tripa cada vez que le tengo al lado. Sigue con sus movimientos, lentos y continuos, cada vez le siento más cerca, no solo físicamente, hasta ahora no sabía lo lejos que estábamos en ese sentido.
Ahora miro al suelo, mis pensamientos se cruzan de repente.

-¿Qué pasa, Anouk?-pregunta Josh.
-Nada… Vete, por favor, necesito estar sola.
-Pero…-su mano vuelve a mi cara, lo que hace que la gire, esta vez no para sentirlo más, sino para alejarla-vale.

La cama vuelve a su dureza original, ahora no hay hoyos causados por el peso de Josh, tampoco está el calor, lo que si está es su olor, tan embriagador que tantas veces ha hecho que me olvide de todo.

No se cuando me quedé dormida, tampoco sé si en algún momento de la noche lo he estado, de lo que sí estoy segura es de que Josh no ha venido a dormir a esta habitación. Me levanto de la cama, me cambio de ropa sin fijarme, como solía hacer antes, en si combina o no. Salgo de la habitación y voy buscando en las demás, inútilmente, a Josh. No está en esta planta. Decido bajar, voy a la cocina a ver si está allí, tampoco lo veo.
Voy al salón, en su búsqueda, me estoy asustando. No lo encuentro. Salgo al porche y me fijo en el buzón, hay cartas dentro. Voy a recogerlas; todo son facturas, hay bastantes cartas, veo una, un poco más pequeña que las demás en la que pone mi nombre; el sobre no es blanco, es color crema pero la letra es de ordenador. Es muy rara. Entro en casa y dejo todas las cartas en la mesa de la entrada, cojo el teléfono y marco el móvil de Josh.
“Pi, pi, pi”. No lo coge.
Estoy embarazada, se va y no me coge el móvil. Perfecto.
Llamo a Liam, le tiene apagado.
Vuelvo a marcar el número de Josh y, tras cuatro pitidos, cuelgo.
Decido pasar del tema, me preparo un sándwich mixto y voy a ver la televisión. ¿Pasa de mi? Que pase.

Ya he comido, otro sándwich, y Josh no ha aparecido todavía, como dije que no le iba a llamar, le he mandado trece mensajes.
Me echo en el sofá y me quedo dormida.
El sonido de las llaves intentando abrir la puerta me despierta, voy antes de que pueda entrar, cojo el picaporte y abro de un golpe. Josh está ahí, riéndose como si nada.

-No te vas a creer lo que me ha pasado hoy-dice.

La palma de mi mano aterriza sutilmente en su cara produciendo un sonido seco, algo así como un “plas”. Acto seguido subo corriendo a la habitación, cierro con pestillo y los ojos empiezan a producir una cantidad de lágrimas insuperable. Me echo en la cama y me hago un ovillo.

-¡Anouk, abre!

Paso.

-¡Anouk! ¿Qué te pasa?

Paso.

-¡Anouk! Sal, vengo de trabajar.

Es verdad… Ahora me acuerdo, hoy tiene que trabajar… Me da igual, no ha dejado ni una nota.

-Anouk…

Mi orgullo me puede. No, no es mi orgullo, ha llegado más tarde que nunca, no me lo ha cogido ni una sola vez, no me ha contestado a ningún mensaje…
A pesar de todo voy a abrir la puerta. Corro el pestillo hacia la derecha y abro la puerta.

-¿Qué quieres?-pregunto.
-Anouk… ¿Qué te pasa?
-¿Qué me pasa? Tú sabrás-mierda… He dicho la típica frase de novia celosa… Él no lo sabe, ¿cómo lo va a saber?-me pasa que te has ido, no me acordaba de que hoy tenías que trabajar, te he llamado cien veces y te he mandado mil mensajes- “viva la exageración”-no me creo que no vieras ni oyeras el móvil, ¿sabes qué hora es?
-No…
Yo tampoco…
-Pues mira, te lo voy a decir, tú llegas siempre a casa antes de comer, ¿no?

Asiente.

-Bien, pues yo he comido, he visto la tele, me he echado una sienta de no se cuanto tiempo y ya apareces casi anocheciendo. ¿Dónde has estado?
-Pues he ido con los chicos del rodaje a tomar algo, no creo que sea para tanto pequeña.

“Uy”.

-Espera… ¿no es para tanto? Vale, no es para tanto pequeño, vamos a la cama, es tarde.
-Creo que estás sacando todo de quicio.
-Vale.
-A ver Anouk, hemos acabado y hemos ido a tomar algo, punto. No te he contestado a los mensajes porque me he dejado el móvil aquí.
-Vale.
-No, vale, no, no me des la razón como a los tontos.
-Que vale.
-Pero dime algo.
-Podrías haber pedido el móvil a Liam, que también le he llamado y no me lo ha cogido.
-Tienes razón, debería haberte llamado, perdóname.

Se acerca y pone suavemente las manos alrededor de mi cuello, entrelazando, como siempre, sus dedos en mi pelo, me atrae hacia sus labios y yo aparto la mirada. Le doy un beso corto, sin sentido.

-¿Y eso?-pregunta.
-¿Qué?
-Ese beso.
-¿Te crees que no sigo enfadada?
-Anouk… Me has pegado.
-¿Y?
-¿Cómo que y?
-Pues que te lo merecías-digo sonriendo.
-¿Sí?
-Pues sí-me cruzo de brazos como una niña pequeña, eso a Josh le encanta.
-Pues no te doy lo que te había comprado.
-¿El qué?
-¿Por qué crees que he llegado tarde? He ido con Liam a comprarte un regalo.

Mi cara debe tener una mezcla de incomprensión y vergüenza… Le he pegado por comprarme un regalo. Le miro con mi mejor gesto de “lo siento”, para no tener que decírselo.

-Anda, no me mires así, te lo iba a dar de todas formas.

Veo como saca del bolsillo una caja alargada de terciopelo verde. La abre y veo una cadena de plata con un zafiro en forma de corazón. Es precioso.

-Josh… Lo siento.

Dejo la caja en la cómoda y, nada más hacerlo, mis manos cobran vida y se enroscan en el cuello de Josh, él me rodea con sus brazos la cintura y me levanta. En ese momento recuerdo la carta.

-Josh… Me ha llegado una carta muy rara.
-Da igual…-dice besándome el cuello.
-No, espera, mira.
Le cojo la mano y le llevo abajo, le señalo el montón de cartas.
-¿Qué pasa, Anouk? Venga, enséñame la carta.
-Mira-alargo el brazo para cogerla.
-¿Qué tiene de extraño?-pregunta.
-¿Cómo puedes no darte cuenta? Mira, el sobre no es blanco, es color crema; la letra está por ordenador, y eso es muy raro en sobres color crema; y…
-Eso es blanco-dice.

Pongo los ojos en blanco.

-Lo que tú digas.
-Bueno ábrelo, ya me has dejado con la duda…
-¿Lo abro?
-Vamos.

Cojo el sobre con cuidado, le doy la vuelta, de tal forma que el remite, que no lo entiendo, quede por encima. Meto el dedo entre el pliegue del papel y de un tirón abro el sobre, saco lo que esconde y tiro el resto al suelo, sin darme cuenta.




Díselo Claro S.A.
Rosas 14, Col de las flores
Atlanta.
Asunto: Editar “¿Y sí…?
Atlanta, a 18 de septiembre de 2012
Ediciones Díselo Claro.
Calle Gutemberg Núm 465.
C.P. 10000, Atlanta

Estimada señorita, la presente Carta Intención es para manifestarla nuestro interés por participar en su edición de “¿Y si…?”, para lo cual les exponemos nuestro proyecto de plan de trabajo:

1.- Diseño de un logotipo, que muestre la personalidad del libro, a la vez que resulte atractivo e inconfundible para todo el público, tanto jóvenes como adultos.

2.- Planeación de campaña mediática, con anuncios por radio y promoción por Internet, así como anuncios insertos en páginas con gran evidencia en el mundo cibernético.

Sólo hemos leído el fragmento que mandó el mes pasado, esperamos que tenga, sino completo, una parte importante del libro.

Si quiere hablar de los detalles o de un posible contrato no dude en llamar a nuestro número de contacto.

Me despido atentamente:

Meghan Mc.Red
Tlf: 8755-524





Miro atentamente a Josh, no puede ser, Meghan Mc. Red me ha escrito para mostrar su interés por “mi” libro.

-Josh…
-Lo sabía, pequeña, sabía que al final lo publicarían.
-Pero… Josh…-no me sale nada más.
-¿Pero?

Me miro la tripa, ya lo he decido, si ahora tengo un hijo destrozaré el futuro de los demás.

-No lo quiero tener.

martes, 23 de octubre de 2012

ATENTOS

Hola :) advierto, para los que queráis leer el capítulo 27 de "Mi diario con Josh", que ya lo estamos escribiendo, mañana, como muy tarde, estará subido, seguramente.
También os digo que si tenéis alguna sugerencia respecto a los capítulos especiales o a los capítulos normales la digáis, prometo introducirla, siempre que sea posible, en la historia.
Un besito ;)

miércoles, 17 de octubre de 2012

Especial 22.- "Por favor vuelve..."


Josh:

-¡Ni Anouk ni hostias!
Me duele la cabeza, por un momento es como si nada de lo que está pasando estuviese pasando. Me llevo las manos a las sienes. Esto ya lo he vivido.
-Mira Josh...
O quizás soñado.
-Para, por favor, me duele la cabeza.

No puede ser. Si mis sueño se cumplen: ¿También tenía que cumplirse alguna pesadilla? Agggg mi cabeza. No, me niego, me niego a que algo que soñé se haga realidad, no, Anouk no puede dejarme. Josh, para ella tampoco es plato de buen gusto. ¿Y QUÉ? PUES QUE NO LO HAGA. Mírate, ella cree que estás así por ella. Y lo estoy, estoy así por ella, no por su culpa, por ella, porque la quiero. No, no puedo dejar seguir ese "Mira Josh..". Sabes que Anouk es cabezota, no va a cambiar de idea así como así. Pues habrá que convencerla. ¿Cómo? Algo se me ocurrirá.

Le di mil vueltas al tema, toda la tarde pensándolo hasta que pedí a la enfermera un folio en blanco y un bolígrafo, y empecé a escribir.
.
.
.

Abandoné la habitación después de vestirme, eché un último vistazo a el marco de la mesilla en el que estábamos los dos bajo el cual reposaba un sobre en el que ponía: Para Anouk. No podía creer lo que estaba haciendo, pero tenía que resistir. Antes quería hacer dos cosas. Lo primero que hice fue buscar la habitación de Héctor, no por rabia, no por venganza, pero quería verle. Tras dar muchas vueltas y preguntar como a 5 enfermeras distintas di con su habitación. Estaba dormido, tenía una herida muy fea en la cabeza. Me acerqué a él, era un poco triste, sin flores, sin visitas, por un momento llegué a sentir lástima por él. Levanté la cabeza y me acordé de todo lo que le había hecho a Anouk. Hijo de puta. Alcé mi mano derecha hacia la izquierda y le solté un guantazo en la cara con la parte de los nudillos. Bien, ya primera tarea terminada.

Esperé escondido a que llegase Anouk. Por fin llega, va cabizbaja, y tiene el rímel un poco corrido, parece que ha estado llorando. Anouk... Entra a la habitación, la sigo y me quedo en el umbral de la puerta espiándola sin que me vea. Va hacia la carta, la coge y mira hacia los lados, me oculto detrás de la puerta para que no me vea. Oigo como abre el sobre, vuelvo a asomarme. Se muy bien qué está leyendo, al fin y al cabo, lo he escrito yo, palabra por palabra, me acuerdo de todo.

Hola pequeña:
Seguramente se te haga raro ver una carta en vez de a mi, tu venías con otra intención, con otros planes y... al final ya se han llevado a cabo. Una vez te dije que si teníamos que ser fuertes lo sería por los dos, y quiero pensar que esto te duele tanto como a mi.

Si hago esto es porque te quiero, es absolutamente en contra de mi voluntad, pero se que te dolería hacerlo, y nunca permitiría que nadie te hiciese daño, ni siquiera tú a ti misma. Bueno, lo que quiero decir con todo esto es que... me marcho. No se a donde, pero se con quién: solo, así según tú no me pasará nada malo. Si me pegan una paliza, será porque he querido meterme en algo, y si me meto en algo por ti lo decido yo, no tú, así que explícame dónde está tu culpa.

Veo como sus hombros empiezan a temblar.

Ya me he ido, y no creo que me busques, así que es un adiós. Sólo quiero que pienses, que cuando estés triste, puede que haya alguien para abrazarte, pero ya no seré yo. Que cuando estés contenta puede que haya alguien que se alegre por tu simple alegría, si, pero ya no seré yo. Quiero que sepas que si alguna vez quieres volver a decirle a alguien "Te quiero" puede que lo haya, pero ya, no seré yo. Quiero que sepas que nadie se esforzará tanto por gustarte como yo, ni por defenderte, ni por hacerte sonreír, ni por hacer que te sientas como una princesa, ahora vuelve a ese mundo de machotes y búscate un macho alfa, que se meta de todo y pase de las mujeres, y que se preocupe por ti solo antes de echar un polvo, porque yo, quien intentaba ser príncipe, ya no estoy, y todo porque tú no quieres.

No puedo decir que no te quiero, yo sé que ya no encontraré a nadie, o quizás si, pero si no es tú, simplemente no lo quiero.

Hay veces pequeña, en las que deberías ser algo más egoísta.

Oigo como gime y sorbe por la nariz. Acaricia la carta.
-Josh, yo...
Cae de rodillas al suelo llorando cada vez más alto.
-Por favor vuelve...- Le dice a la carta.
Entro a la habitación, la abrazo por la espalda y la levanto para ponerla en pie.
-No me he ido, ni me voy a ir, pero no vuelvas a hacerte esto.
Se gira, tiene los ojos rojos y las lágrimas aún cayendo por su rostro, me coge la cara con las manos y me besa en los labios.
-Abrázame, abrázame fuerte y no me sueltes.
Obedezco.
-Tranquila princesa, estoy aquí.


Anouk:

Entro en la habitación, no veo a Josh... ¿Dónde se habrá metido?

Veo un sobre en el que pone mi nombre, miro a los lados, tiene que ser una broma seguro, cojo el sobre con una medio sonrisa, lo abro y me pongo a leer.

"Hola pequeña:
Seguramente se te haga raro ver una carta en vez de a mi"

Pues sí... Se me hace raro... ¿Qué me tiene preparado? No me lo puede hacer más difícil aún... A pesar de todo lo que pueda pensar, a pesar de que pueda cambiar de opinión, decido seguir leyendo la carta.

"Y quiero pensar que esto te duele tanto como a mí", ¿qué me va a doler, Josh?

"Se que te dolería hacerlo", sabe lo que iba a hacer, lo sabe... ¿Cómo lo sabe? Ni yo estaba segura, en realidad si lo estaba... Estaba, estaba, !ESTABA segura! Ahora ya no tanto... Josh, por favor...
No quiero seguir leyendo, no quiero pero se que si no lo leo no encontraré su explicación.

Se va solo... ¿Dónde va a ir solo? !No se puede ir¡ Mis ojos empiezan a encharcarse, me tiembla todo el cuerpo, ya se lo que viene ahora.

"Búscate un macho alfa", ¿qué piensa? ¿Qué le pasa por esa cabeza hueca? Yo no quiero eso, yo... Le quiero a él aquí y ahora.

"y todo porque tú no quieres" ¿Quién le ha dicho que no quiero? ¡¿De donde se lo ha sacado?

"Hay veces pequeña, en las que deberías ser algo más egoísta", no me lo puedo creer... ¿Por qué hace esto?

Las lágrimas mojan el papel, la tinta se corre, veo como lo hace. Ahora se que yo no quería dejarle, solo lo hacía por él y ahora... Él lo ha hecho... ¿por mi?

-Josh, yo...-te odio, no lo digo, lo pienso. Tampoco lo pienso, no puedo odiarle, no le odio.
Me tiro al suelo llorando cada vez más alto, no puedo soportarlo más, pero tendré que aprender, lo ha decidido él.
-Por favor vuelve...-no voy a aparentar algo que no soy, ahora no. Lo que soy ahora es frágil, un corazón roto esperando que alguien, no, alguien no, Josh, vuelva a unir las piezas.

Alguien me abraza por la espalda, ese abrazo me es familiar, me coge y me levanta.

-No me he ido, ni me voy a ir, pero no vuelvas a hacerte esto.

Me giro y le veo, Josh, es él. No digo nada, simplemente le cojo y le acerco a mi, le beso porque yo quiero. Nadie, nunca más, me va a hacer pasar por esto.

-Abrázame, abrázame fuerte y no me sueltes-le pido.

Él lo hace y sin mediar palabra me abraza, haciéndome sentir segura de nuevo.

-Tranquila princesa, estoy aquí.


En este capítulo habla Josh, recuerdo que es @EduVentax el que escribe por él, tiene un blog con un montón de historias buenísimas: http://internetauneslibre.blogspot.com.es/